A lo largo de más de 30 años de carrera, el prolífico autor Harlan Coben creó su propio mundo de historias de suspenso. De crímenes aterradores, a personajes torturados por la culpa. Lo cierto es que su perspectiva sobre la oscuridad de la naturaleza humana, es tan atractiva como peculiar. Un rasgo que han heredado buena parte de las adaptaciones a sus libros, la mayoría producidas por Netflix. Solo una mirada, basada en la novela homónima de Coben, no solo resume lo mejor del estilo del escritor a lo largo de seis capítulos. También, reflexiona sobre el mal contemporáneo de una manera novedosa.
Todo, al plantear la premisa incómoda de que tanto conocemos en realidad a las personas que forman parte de nuestra vida. Para indagar en esa idea, el argumento sigue a Greta (Maria Debska), una mujer con un pasado traumático, que finalmente encontró la paz en un matrimonio feliz. Eso, hasta que descubre una fotografía de su esposo Jacek (Cezary Łukaszewicz) en un lugar y junto a personas que no reconoce.
Más retorcido aún, cada persona en la imagen tiene el rostro tachado. Por lo que no solo se trata de que la imagen parece mostrar una vida anterior del hombre, de la que Greta no tenía noticia alguna. A la vez, abre la posibilidad de que haya sido engañada de más de una manera y en formas más graves.
No obstante, cuando intenta confrontar a Jacek, este desaparece. Por lo que deja sin responder una serie de interrogantes sobre su vida y la verdad sobre la persona que es la actualidad. Mucho más grave todavía, que lo que oculta pueda ser el principal indicio para indagar en un crimen violento. En específico, la muerte de una mujer que con el correr del tiempo, se transformó en un cold case. Paso a paso, Solo una mirada, logra que un relato acerca de la fidelidad, se convierta en una investigación a toda regla sobre un brutal homicidio.
Seis capítulos para narrar un relato complejo


Con rapidez, el relato abandona el territorio de un drama doméstico para avanzar hacia lugares más oscuros y complicados. El guion explora entonces en el hecho de que Greta, ahora convencida de que es parte del engaño de Jacek, deba encarar varias cosas en simultáneo. A un extremo, que su esposo le mintió con premeditación, para usarla como tapadera para lo que sea oculte de su vida antes de conocerla. Al otro, que lo que esconde es tan peligroso como para huir de inmediato y evitar cualquier confrontación. En particular, confesar el motivo que le llevó a esconder años enteros de su vida antes del matrimonio.
Como otras obras basadas en los libros de Harlan Coben, Solo una mirada explora con crudeza en la fragilidad de la verdad. También, de los diversos hilos que pueden unir a las historias violentas entre sí. De modo que, gradualmente, Greta tendrá que anteponer a su natural desconsuelo como esposa traicionada, una circunstancia mayor. Especialmente, al descubrir que la deslealtad y falsedad de Jacek es el hilo conductor de una serie de sucesos violentos que, también, la involucran.
Un relato que se hace cada vez más interesante


De la misma forma que el libro en que adapta, la miniserie de Netflix, basa buena parte de su efectividad en la forma en que descubre sus secretos. Así que cada capítulo, es una pieza de un rompecabezas de información, datos y situaciones. Un panorama que Greta debe armar de manera cuidadosa y utilizando lo que sabe sobre su esposo como ventaja.
Mucho más, cuando termina por conocer al padre de una aparente víctima de Jacek. Lo que le demostrará que la maraña de engaños y medias verdades que envuelven a marido es incluso mayor de lo que jamás supuso. De modo que más allá de su decepción, lo que está en juego es brindar a una familia el cierre apropiado a la experiencia de un violento homicidio.


Por supuesto, como buen thriller de suspenso que se precie, Solo una mirada juega con las expectativas de una gran revelación. Así que en lugar de enfocarse en un único descubrimiento que aclare todas las preguntas alrededor de Jacek y su participación en un crimen, lo hace en varios. A lo largo de seis capítulos, la producción logra mezclar el escenario de un homicidio sin resolver, con el de una tragedia que se cobró docenas de vidas. Por último, añadir la posibilidad de que la historia de Jacek sea la punta del iceberg de algo peor.
Un final sorprendente para ‘Solo una mirada’


Pero lo más intrigante de la serie, es que todo lo anterior atraviesa a Greta, sobreviviente y todavía, lastimada por un trauma que apenas ha logrado superar. Es a través del personaje, que la trama logra enlazar sus diferentes premisas y a la vez, indagar acerca de temas complejos como el sentido de la confianza y hasta la naturaleza del engaño.
Para su capítulo final, la miniserie culmina con un giro desconcertante que logra unir todas las pistas y datos sobre su misterio central con relatividad pulcritud. Sin embargo, a pesar de sus fallos en ritmo y algún que otro giro conveniente, la producción tiene a su favor la capacidad de la trama para ser más profunda de lo que aparenta. Buenas noticias para los amantes de suspense, como de la extensa obra de Harlan Coben.