Con el avance de One Piece temporada 2 en el pasado TUDUM para mostrar a Chopper en live-action, Netflix volvió a poner en primer plano su querido remake del manga y anime. La compañía logró uno de sus mayores éxitos con la primera temporada de la adaptación en imagen real de la historia de Luffy y los piratas del Sombrero de Paja. Un hito sorprendente, sobre todo, por la desastrosa tradición hasta ese momento que sufría el género.
Pero gracias al primer vistazo a Chopper en live-action, los fans podemos hacernos una idea de cuál va a ser el gran reto de One Piece de ahora en adelante. Netflix no solo quiso presentar al simpático reno doctor, también dio una muestra de poderío y de efectos especiales de primerísimo nivel. Por desgracia para ellos, Chopper no va a ser la mayor dificultad que se encuentren en las siguientes fases de la historia.
Y es que, con la llegada al Grand Line, los piratas del Sombrero de Paja van a cruzarse en el camino de infinidad de personajes. Y cada uno va a ser más estrafalario y excéntrico que el anterior. La temporada 1 ya tuvo algunos problemas con los gyojin (los hombres pez), aunque los solventaron con nota. Pero si para el diseño básico de Chopper han necesitado tantísimos meses, lo que está por venir en One Piece va a ser un reto mayúsculo. Para empezar, porque el propio reno tiene varias transformaciones que cambian radicalmente su aspecto.
El gran reto de One Piece de Netflix
Además, en los siguientes arcos de One Piece, los protagonistas van a cruzarse con personajes de todo tipo. Desde gigantes hasta seres salidos de libros de fantasía, dragones, sirenas, mutaciones extrañas… Solo en esta temporada 2 hay mucho interés por ver cómo les quedarán los diseños de, por ejemplo, Dorry y Brogy o de Wapol, entre otros. Y a partir de la tercera o cuarta, deberán trabajar a destajo en personajes claves como Franky y Brook, que se unirán a la tripulación más adelante.
También necesitarán un diseño muy cuidado villanos y personajes secundarios como Moria, Oars, Lola, Kuma… Por no hablar de los poderes cada vez más llamativos y sorprendentes de las nuevas Frutas del Diablo. En definitiva, lo de Tony Tony Chopper solo ha sido la punta del iceberg. Netflix va a tener que dedicarle una cantidad gigantesca de recursos, prostéticos, maquillaje, efectos digitales y, sobre todo, tiempo al remake de One Piece a partir de ahora si no quiere que la calidad de la serie decaiga con diseños cutres y efectos mal conseguidos. Es algo que ya sabían cuando emprendieron la gesta de adpatar este manga, pero ahora es el momento de demostrar de lo que son capaces.
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