Con la llegada a los cines de 28 años después, los fans se reencuentran al fin con la legendaria saga zombie estrenada en 2002. El director Danny Boyle regresa con una película en la que ha querido rodar de la misma manera que en la original. Por aquel entonces empleó cámaras de vídeo caseras y un sinfín de recursos sorprendentes para darle al filme un aspecto único. Ahora, actualizándose a los tiempos, lo que ha utilizado en el rodaje de 28 años después son iPhones.

La noticia salió a la luz hace ya muchos meses, pero no terminaba de quedar claro cómo se había podido hacer. Algunos incluso pensaron que toda la película estaba rodada con cámaras de iPhone, algo que ha resultado ser mentira. Sin embargo, sí que los ha utilizado en muchas de las secuencias de 28 años después. «Cualquier smartphone ahora puede grabar en 4K, de hecho hasta a 60 frames por segundo, que es una resolución más que suficiente para la exhibición cinematográfica», explica Danny Boyle en una entrevista concedida a Business Insider.

La idea de usar iPhones en 28 días después ha facilitado muchas cosas. Sobre todo, la capacidad de moverse rápido por un entorno salvaje, como es el norte de Reino Unido, sin tener que manejar pesados equipos. «Nos permitió dejar una huella mínima en zonas del país que queríamos sugerir que no se han tocado en 28 años. Si una producción llega con un equipo normal va a dejar una huella considerable. [Por eso] usamos también mucho los drones, para poder filmar secuencias que las cámaras no podrían capturar sin que alteráramos el paisaje», confirma en otra entrevista concedida a IGN.

28 años después iPhones

Evidentemente, Danny Boyle y su equipo no sacaron simplemente los iPhone 15 Pro Max del bolsillo y se pusieron a rodar. Con ellos llevaban infinidad de accesorios para mejorar las tomas. Algo que puede verse en varias imágenes compartidas por Sony Pictures y que, sin embargo, seguía siendo «muchísimo más barato», que el uso de cámaras de cine estándar. A ellos les permitió trabajar más ligeros. Y a la cinta le otorgó ese mismo aspecto lo-fi de la original, con momentos en los que se pierde el foco, todo se tambalea y, en definitiva, da una mayor sensación inmersiva.

El bullet time de pobres

Boyle usó los iPhones en 28 años después de una manera sorprendentemente imaginativa. Y es que, entre otras cosas, mandó construir enormes plataformas en forma de semicircunferencia. Sobre ellas, colocó 8, 10 y hasta 20 teléfonos de Apple para obtener tomas ultrapanorámicas de ciertas escenas. La película cuenta con una relación de aspecto panorámica de 2,76:1, algo que suele utilizarse en muy pocas películas, como las rodadas en IMAX. El plan era generar mayor sensación de ansiedad y de que el peligro puede esconderse en cada esquina.

Al ver 28 años después, hay ciertos momentos en los que ese uso de los iPhones es más que evidente. Hablamos de lo que Danny Boyle define como el «bullet time de pobres». El director ha querido crear su propio efecto al estilo Matrix pero con iPhones. Se trata de momentos particularmente violentos y rápidos, como disparos de balas o flechas, en los que la combinación de imágenes de todos los teléfonos permiten una visión de distintos puntos de vista a la vez de un mismo instante.

28 años después iPhones bullet time de pobres

«Dondequiera que se utilice, ofrece una visión de 180 grados de la acción y, en la edición, se puede seleccionar cualquier opción, ya sea una perspectiva convencional con una sola cámara o moverse instantáneamente por la realidad, dividiendo el tiempo del sujeto, saltando hacia o hacia atrás para enfatizar», comentaba sobre esta técnica. Con esas plataformas, tuvo mucha flexibilidad en el rodaje para el uso de la luz y su empleo en exteriores, ya que eran muy fáciles de transportar y acoplar a personas, grúas y cualquier otro elemento.

En definitiva, los iPhone 15 Pro max han sido un elemento clave e indispensable en 28 años después. Aunque no se hayan utilizado como herramienta única sino junto a otros dispositivos, lo cierto es que le ha permitido a Danny Boyle llevar a cabo un rodaje revolucionario que puede cambiar la forma en la que se planteen el uso de smartphones en el cine de cara al futuro.


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