Una vez más, China ha encontrado el equilibrio perfecto entre prestaciones y precio para mejorar la movilidad eléctrica urbana. El país se está llenando de un nuevo tipo de moto eléctrica que utiliza baterías de sodio, un elemento que permite rebajar el monto total del vehículo y seguir ofreciendo buenas características para aquellos que pretendan moverse por la ciudad en un formato totalmente eléctrico. YADEA fue una de las primeras en comercializar este tipo de scooters, pero no la única.
El país está ampliando su parque de motos eléctricas de una forma exponencial, dejando las baterías de litio a un lado y apostando por el sodio. Estas celdas tienen una densidad energética menor, pero también son más económicas, seguras y fáciles de producir, una fórmula que las convierte en la batería ideal para el formato scooter.
Mantienen, además, una de las ventajas más importantes en este tipo de vehículos: una carga rápida capaz de llevar la batería del 0 al 80% en apenas 15 minutos. Todo, en un formato extraíble e intercambiable que refuerza aún más el atractivo de esta tecnología.
Marcas tan populares como YADEA ya tienen modelos de moto eléctrica con baterías de sodio y precios entre los 400 y los 600 euros, una cifra que rebaja considerablemente la barrera de entrada a la movilidad urbana 100% eléctrica. Y, si bien este tipo de tecnología todavía no se comercializa en España, es cuestión de tiempo que estas marcas empiecen a considerarlo viendo el éxito en mercados como China.


¿Una moto eléctrica por 500 euros? La batería de sodio es la clave de todo
Las baterías de sodio no son perfectas, ni mucho menos. No se utilizan en coches o motos eléctricas muy potentes por culpa de su densidad energética. A modo de resumen, son capaces de almacenar menos energía que una batería de litio del mismo tamaño. También ofrecen una potencia de salida menor, algo que limita mucho el tipo de vehículo donde sacarles partido.
Las motos eléctricas con formato scooter son ideales para esta tecnología. Pesan poco y están pensadas para moverse por entornos urbanos, por lo que detalles como los picos de potencia o la velocidad pasan a un segundo plano. Y, en estos escenarios, donde lo más normal es moverse a menos de 50 km/h, las capacidades de las baterías de sodio salen a relucir.
Sin grandes picos de potencia son capaces de ofrecer una buena autonomía urbana, además de mantener una carga rápida muy veloz y segura. Rematan la jugada con un detalle clave: el precio. No solo son muchísimo más baratas de producir, es una tecnología que se aprovecha enormemente de la economía de escala, permitiendo reducir costes según crece la demanda.
China lleva años apostando por las baterías de sodio para sus motos eléctricas, rebajando la barrera económica de entrada a la movilidad eléctrica y estudiando la forma de llevar esta tecnología a vehículos de mayor peso y potencia.
Todavía queda mucho para ver coches con buenas prestaciones que incluyan baterías de sodio, pero comprarse una moto eléctrica scooter a precio de saldo en España parece algo que puede ocurrir en cualquier momento.