Netflix tiene el raro mérito de ser la plataforma en innovar en muchos aspectos que hoy caracterizan al streaming. De colecciones personalizadas a las novedades casi diarias en su catálogo. Lo cierto es que el servicio de suscripción, logró crear toda una experiencia para el usuario que sorprendió por ser siempre sorprendente y ambiciosa. Mucho más, que demostró las posibilidades del contenido online para un público mundial.
Todo, en un momento en que la idea de un tipo de entretenimiento semejante era poco menos que desconocida. Pero Netflix, se esforzó por llevar a lugares por completo nuevos a su propuesta. Tanto, como para incluso cambiar los hábitos de consumo de la audiencia. Eso, gracias a la estrategia de incluir, a la vez, temporadas completas de una misma serie. Pero lo que al principio parecía en una curiosidad, pronto se transformó en una manera inédita de disfrutar de programas.
Más de diez años después del primer maratón de series cortesía de Netflix, el hábito no ha hecho más que crecer. Y si eres de los que disfruta de hacerlo, te dejamos tres series de suspenso que puedes ver de un tirón ahora mismo en la plataforma. De un thriller sueco con una conclusión impredecible hasta la cacería de un depredador sexual. Todo para el disfrute de los amantes de las grandes historias en formato serie al alcance de un clic.
La cúpula de cristal
Esta serie sueca tiene todos los elementos que han hecho famosas a las tramas de suspenso nórdicas. De una protagonista dispuesta a todo por encontrar la verdad, a un giro imprevisible pero perfectamente construido para sorprender. Una combinación que convierte a La cúpula de cristal en una de las mejores miniseries de Netflix ahora mismo.
Lejla (Léonie Vincent), es una criminóloga con un pasado turbulento, que regresa al remoto pueblo de Suecia en el que creció para el funeral de su madre adoptiva. Pero una vez allí, se encontrará por accidente en el centro de una trama retorcida. Su mejor amiga de la infancia cometió lo que parece un suicidio por causas poco claras. Peor aún, en medio del shock que provocó la repentina y sangrienta muerte, su hija de diez años desapareció sin dejar rastro.
Paso a paso, la serie avanzará a través de los secretos perversos de cada habitante de la localidad. Pero mucho más, los recuerdos terroríficos a los que Lejla deberá enfrentar para encontrar a la niña con vida y detener, finalmente, al artífice de los crímenes. Ideal para los que disfrutan de las tramas sorprendentes y con un final impactante.
El Jardinero
Después de sufrir un accidente en el que casi muere, Elmer (Álvaro Rico Ladera) carece de emociones. Algo que su madre (Cecilia Suárez) aprovecha de una manera tortuosa. Durante años, ha manipulado al joven para convertirse en el homicida perfecto. Sin culpa, remordimientos o cualquier otra emoción que pueda detenerle al momento de matar.
Una estrategia macabra que, además, permite a ambos llevar adelante un siniestro negocio de asesinatos por encargo en el que, hasta el último detalle, es impecable. Elmer mata y después entierra en el jardín de la propiedad familiar al cadáver, un ciclo lucrativo que los ha convertido en millonarios con rapidez. Eso, hasta que recibe el encargo de asesinar a Violeta (Catalina Sopelana), una mujer desesperada cuya vida tiene un alto precio. Y de la que, Elmer se enamorará casi de inmediato.
Por lo que madre e hijo terminarán por enfrentarse, no solo por mantener a salvo a Violeta. También, en medio de la posibilidad de que Elmer dé un paso atrás en lo que ha sido su vida durante buena parte de su vida adulta, algo que su madre no está dispuesta a permitir. A mitad de camino entre un violento thriller y un drama retorcido, es la elección idónea para los que disfrutan de disfrutar de las mejores series de un tirón.
Atrapados
Ninguna lista de producciones de suspenso estará completa sin una buena adaptación de un libro del género. Y Atrapados, además, lleva a la televisión Caught (2010) escrito por Harlan Coben, uno de los relatos más conocidos del escritor. Algo que hace a la producción aún más atractiva.
Pero además, la trama es una combinación siniestra entre una dura visión sobre el miedo contemporáneo y la violencia. Para explorar en ambos temas, la trama sigue a Ema Garay (Soledad Villamil), una periodista de Bariloche (Argentina), que durante años ha seguido un rastro tenebroso. El de un depredador sexual que se acerca a sus víctimas entre manipulaciones y medias verdades.
En medio de semejante terreno escarpado, Ema tendrá que no solo lograr ubicar al hábil y escurridizo criminal. También, enfrentar el duelo por la muerte de su esposo y la incredulidad de la policía ante sus determinados esfuerzos por evitar más violencia. Una combinación de situaciones que, finalmente, le llevará a un lugar aterrador de su propia vida del que ha intentado escapar por años.