La película de Thunderbolts, ahora titulada Los Nuevos Avengers, es el último gran éxito del Universo Cinematográfico de Marvel. La cinta ha enamorado a los fans de la franquicia. Y es que el estudio ha conseguido que sus juguetes rotos, personajes secundarios que por lo general no le importaban a nadie, acaben siendo los nuevos favoritos del público. Les ha dado humanidad y frescura, ganándose el cariño del mundo entero. Aunque entre ellos hay uno que ya contaba con esa buena acogida.
Se trata de Bucky Barnes, el Soldado de Invierno. El actor Sebastian Stan lleva interpretando al personaje nada menos que 14 años. En Thundebrolts, consigue un nuevo equipo. Y aunque no es el más protagonista -un rol que les queda a Yelena (Florence Pugh) y Sentry (Lewis Pullman)- sí que tiene bastante importancia una vez más. Eso sí, una de sus escenas estuvo a punto de acabar en la basura.
Tal y como ha reconocido el propio Sebastian Stan en una entrevista concedida a Entertainment Weekly, cuando le llegó el guion de Thunderbolts quiso cargarse una de las mejores bromas de toda la película. Un chiste que ha levantado carcajadas en los cines y que en Marvel gustaba tanto que incluso lo incluyeron en los tráileres. Es el momento en el que Bucky mete su brazo metálico al lavavajillas para dejarlo limpio e impoluto.
«Inmediatamente le dije a Jake Schreirer: ‘No entiendo por qué esto es gracioso. No necesitamos esto. Menuda tontería’. Pero él me dijo: ‘Quizás podrías comer algo y que lo manche todo’. Yo le contesté: ‘¿En serio? ¿Eso es lo que va a pasar?'», reconoce el protagonista de Thunderbolts sobre el chiste. Pese a que claramente no le hacía ninguna gracia, por fortuna, con el tiempo le ha acabado cogiendo gusto a la escena. «Ahora sí lo pillo. Es gracioso, tengo que admitirlo», concluye.
El brazo de Bucky
Es lógico entender las dudas de Sebastian Stan con el chiste. El actor lleva mucho tiempo con el personaje y le tiene un cariño especial. Sabe por todo lo que ha pasado, todos sus traumas y problemas. Por eso, lo último que quiere es convertirle en una parodia de sí mismo. Pero, en realidad, esta escena de Thunderbolts no menosprecia el gran espíritu de Bucky Barnes, solo le vuelve más humano y terrenal al mostrarle haciendo lo que podríamos haber hecho cualquiera.
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De hecho, ni siquiera es la primera vez que Marvel hace bromas con el brazo de Bucky. Antes de Thunderbolts, La Casa de las Ideas ya nos había lanzado algún chiste cuando Rocket, el alocado mapache de Guardianes de la Galaxia, intenta comprárselo en plena Batalla de Wakanda. No lo consiguió, pero en el especial navideño estrenado hace un par de años finalmente recibía su regalo.