A lo largo de más de diez años de transmisión y seis temporadas, Black Mirror se ha convertido en algo más que en una producción televisiva de vanguardia. Que lo es y por múltiples razones. Pero también, la serie de Charlie Brooker tiene el poco común honor, de convertirse en sinónimo del mal uso de la tecnología o los terrores distópicos. Un logro que cosechó luego de profundizar en dilemas actuales y, sin duda, cada vez más realistas. Del uso y abuso de la identidad digital, los límites éticos de las herramientas de punta y hasta el lugar de la inteligencia artificial en el futuro.

Lo cierto es que la producción mostró la cara más inquietante, terrorífica y en ocasiones perversa del porvenir. Mucho más, indagó en las relaciones entre la humanidad y una serie de dilemas éticos complicados. Todo, sin perder su mordaz sátira sobre el mundo contemporáneo y un burlón punto de vista sobre la moral y la hipocresía cultural. Un giro más que evidente en su séptima temporada, en la que la serie recupera lo mejor de su aproximación al lado más oscuro de la ciencia ficción pura. 

Para demostrarlo, exploramos en lo mejor — y también lo peor — de la nueva temporada de Black Mirror. De una historia dolorosa acerca de la pérdida contada a través de las posibilidades de la inteligencia artificial, a una rara mezcla entre el respeto a la vida y la violencia. Todo para explorar en el universo macabro, en ocasiones divertido y con frecuencia angustioso, que plantea la serie de Charlie Brooker. 

Eulogy

Paul Giamatti como Phillip en ‘Eulogy’ de ‘Black Mirror’.

Escrito por Charlie Brooker y dirigido por Christopher Barrett y Luke Taylor, el episodio es una brillante mirada al dolor, el duelo y la memoria. Eso, a través de un modelo de inteligencia artificial capaz de convertir cada fotografía, en una recreación interactiva de un recuerdo. Pero lo que puede parecer una curiosidad visual, se convierte, también, en un vehículo para la reconciliación con el pasado, la idea de la mortalidad y la capacidad de amar.

Al menos es el caso de Phillip (el nominado al Oscar Paul Giamatti), un hombre de mediana edad, que vive en una reclusión voluntaria. Sin embargo, cuando recibe la noticia de la muerte de la mujer que amó, querrá rendir homenaje a su memoria. Más que eso, explorar en los complicados vínculos que les unieron y la forma en que eso cambió su vida, para bien o para mal.

Elegante y con una perspectiva sensible acerca del duelo, el anhelo insatisfecho y el romance crepuscular, Eulogy es una elegante visión sobre el dolor. Un giro que le convierte en el mejor capítulo de la temporada siete y de los mejores de la serie a lo largo de su historia. 

USS Callister: Into Infinity

Cristin Milioti al frente de la tripulación del USS Callister en la nueva temporada de ‘Black Mirror’

La segunda parte del capítulo más emblemático de la cuarta temporada, captura lo mejor de lo anterior y lo lleva a un nivel mucho más audaz e ingenioso. Como se recordará, USS Callister contaba cómo Robert Daly (Jesse Plemons), un programador misógino y malhumorado, creaba una experiencia virtual en la que mantenía atrapado a sus compañeros de trabajo. Lo anterior, en una recreación de un viaje espacial camp, a mayor gloria de los momentos más emblemáticos de Star Trek.

Para la nueva visión, la heroica Nanette Cole (Cristin Milioti), regresa para comandar una misión, bajo condiciones parecidas. Pero más allá de rendir tributo al episodio original, USS Callister: Into Infinity toma lo mejor de su premisa y lo lleva a una dimensión nueva. Eso, al mostrar que ser solo una persona real en un mundo de infinitas posibilidades, digitales, tiene su lado irritante y mundano. 

Pero la historia alcanza un nuevo punto, cuando el mundo virtual creado por el fallecido Robert, alcanza una nueva audiencia. Un giro de los acontecimientos que lleva a la tripulación y en especial a la esforzada Nanette a nuevos horizontes de popularidad y peligros en el mundo real. 

Hotel Reverie

Emma Corrin e Issa Rae en una escena de ‘Hotel Reverie’ de la séptima temporada de ‘Black Mirror’

Si amas al cine, este capítulo de Black Mirror es ideal para ti. No solo por explorar en la belleza del séptimo arte desde su cualidad de escenario para la fantasía artística. También, porque la directora Haolu Wang convirtió al guion de Charlie Brooker en una fábula en blanco y negro, con varias de las secuencias más imaginativas de la serie. Entre ambas cosas, Hotel Reverie tiene el ritmo elegante de una película de la edad dorada de Hollywood, con por supuesto, un peculiar lado tecnológico. Ambas cosas, unidas por el escenario de un romance imposible.

Además de todo lo anterior, las actuaciones de Issa Rae y Emma Corrin, no solo dotan al argumento de una inusitada energía y sensibilidad. A la vez, permite que la historia de una herramienta capaz de lograr que cada historia cinematográfica sea real, sea más profunda que solo una premisa original. Por lo que el argumento, explora desde el miedo al mañana, hasta la plenitud emocional y espiritual, a través de un experimento visual sorprendente. 

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