Ozempic, así como otros fármacos análogos de la GLP, se han puesto de moda en el último año, aunque no son nuevos. Hace ya una década que muchos de estos medicamentos comenzaron a usarse para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Sin embargo, las redes sociales los han hecho ascender al estrellato tras hacerse público que también ayudan a adelgazar. La fama de estos fármacos ha crecido tanto que muchos expertos se han lanzado a advertir que no deberían tomarse sin receta médica, pues podrían conllevar ciertos riesgos. Pero, en realidad, ¿cuáles son los riesgos del Ozempic?

Hay varios estudios que analizan los beneficios y riesgos del Ozempic y otros medicamentos similares. No obstante, ninguno es tan completo como el que acaba de publicar en Nature Medicine un equipo de científicos del Sistema de Salud de St. Louis, en Estados Unidos.

Se han centrado en los datos de más de 200.000 veteranos diabéticos. Algunos de ellos recibían Ozempic u otros análogos de la GLP, mientras que el resto tomaban otros tratamientos. El objetivo del estudio no ha sido ver su eficacia frente a la diabetes, sino determinar la probabilidad de cada grupo de pacientes de desarrollar otras enfermedades. Así, se han encontrado algunas de las pruebas que faltaban para demostrar los beneficios y riesgos del Ozempic que se habían señalado en otros estudios.

Antes de empezar, ¿qué son los análogos de la GLP?

La GLP es una hormona que se libera como respuesta al consumo de alimentos, provocando varios efectos necesarios. Por un lado, ralentiza el vaciado del estómago para aumentar la sensación de saciedad. Además, reduce el apetito. Y, por otro lado, estimula la liberación de insulina para que las células puedan incorporar la glucosa que se ha liberado en la sangre con la ingesta de esos alimentos.

Las personas con diabetes tipo 2 tienen alterados los mecanismos de liberación de GLP. Por eso, se les suelen administrar análogos como el Ozempic o el Wegovy. Estos son medicamentos que, básicamente, se unen a los mismos receptores celulares que la GLP e imitan sus efectos. Así, se puede suplir el déficit que se produce cuando la hormona no se libera adecuadamente.

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Muchas personas se han obsesionado con el Ozempic para perder peso. Crédito: Huha Inc (Unsplash)

Beneficios y riesgos del Ozempic

El Ozempic es beneficioso para tratar la diabetes y la obesidad por razones obvias. Sin embargo, hay estudios que apuntan a que puede aportar otros beneficios, como la prevención de demencias y enfermedades cardiovasculares. Para comprobar si esto es cierto, los autores de este estudio reciente analizaron el historial médico de los más de 200.000 veteranos diabéticos mencionados con anterioridad. Así, efectivamente, se encontraron ciertas tendencias interesantes.

Se vio que los pacientes que recibían Ozempic tenían menos riesgo de desarrollar demencias, adicción a las drogas, trastornos psicológicos, convulsivos o del sistema nervioso, enfermedades cardiometabólicas, problemas de coagulación y afecciones respiratorias o infecciosas. Se demostraron algunas de las ventajas que ya se intuían y, además, se encontraron otras nuevas. 

Ahora bien, ¿qué pasa con los riesgos del Ozempic? Estudios anteriores señalan que su consumo podría desencadenar problemas digestivos o pensamientos suicidas. Con este estudio se vio que lo primero es cierto, pero no encontraron evidencia de lo segundo, afortunadamente.

También hay limitaciones

Es importante dejar claro que este estudio tiene varias licitaciones. Una de ellas es la población en la que se basa, ya que la mayoría son hombres mayores diabéticos. Se deja fuera un porcentaje amplísimo de la población, de manera que no se puede saber si esos beneficios y riesgos del Ozempic serían extrapolables. Recordemos que precisamente porque en el pasado casi todos los ensayos clínicos se realizaban en hombres hoy en día las mujeres no suelen tomar las dosis adecuadas de fármacos y, con ellos, experimentan más efectos secundarios. No debemos caer en lo mismo otra vez.

Por otro lado, se ha encontrado una casualidad, pero no está claro que haya causalidad. Es decir, han encontrado unas correlaciones más o menos claras, pero no se sabe cuáles son los motivos. Además, en algunos casos la correlación es muy pequeña. Por ejemplo, en el caso de la demencia, la reducción del riesgo fue solo de un poco más de una décima parte. 

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La mayoría de datos son de hombres mayores y diabéticos, por lo que no se representa a la mayoría de la población. Crédito: Cristina Gottardi (Unsplash)

Con todo esto, los autores del estudio siguen llamando a la cautela. Los fármacos como el Ozempic deben dirigirse principalmente a las personas diabéticas. Después, cada médico decidirá si sus pacientes pueden recibirlos con algún otro fin, como la pérdida de peso. Pero lo que no debemos hacer es correr a las farmacias en su busca o incluso intentar comprarlo en Internet. En algunos países en los que la compra de medicamentos no está muy regulada se ha generado un desabastecimiento peligroso para los diabéticos. Cuidado con eso. 

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