Los vídeos de “Qué como en un día” son cada vez más habituales en redes sociales. Hace mucho que se pusieron de moda, pero no caen en el olvido. Empezaron siendo uno de los clásicos de YouTube, pero ahora los vemos también en Instagram y, sobre todo, en TikTok. Muchas personas disfrutan viéndolos y tomando ideas para su propia alimentación. Sin embargo, también hay espectadores que sufren mucho con el visionado de estos vídeos e, inconscientemente, pueden experimentar problemas serios a nivel mental.

Esto, según ha explicado en un artículo para The Conversation la psicóloga Catherine Houlighan, se debe a que las personas que graban los vídeos de “Qué como en un día” a menudo tienen un físico aparentemente perfecto. Delgados, atléticos, con un estilo de vida que además parece maravilloso… Aunque no lo digan directamente, los espectadores pueden sentir que el mensaje es: “Si comes como yo, serás como yo”. 

A veces, los vídeos están llenos de filtros o enfoques que hacen que la persona que aparece en ellos se vea artificialmente más atractiva. Otras veces todo es natural. Sin embargo, una muestra de 24 horas de su alimentación, que puede que ni siquiera sea realista, no es un indicador real de su salud nutricional. Y, aunque lo fuera, cada persona es única. En redes sociales tendemos a compararnos mucho con los demás y eso es muy peligroso. En el caso de los vídeos de “Qué como en un día”, estos son los riesgos a los que nos enfrentamos.

5 riesgos de los vídeos de “Qué como en un día”

Según Houlighan, quien ejerce como profesora de psicología clínica en la Universidad de Sunshine Coast, en Australia, hay 5 riesgos con los que nos podemos topar si somos consumidores de los vídeos de “Qué como en un día”.

El primero de esos peligros es un mayor riesgo de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia y la bulimia. No siempre ocurre, pero a menudo estos vídeos se centran en contar calorías o restringir grupos de alimentos. Eso puede llevarnos a hacerlo, no un día, sino siempre. Además, la obsesión por compararnos con los influencers nos puede llevar a modificar nuestra propia alimentación hasta que esta se acabe convirtiendo en un trastorno.

Por otro lado, Houlighan advierte del riesgo de que se vea afectado el estado de ánimo. Puede que no llegue a tanto como un trastorno de la conducta alimentaria, pero que el bienestar emocional de los espectadores sí sufra por ver los vídeos de “Qué como en un día”.

Además, en 2024 se llevó a cabo un estudio en el que se demuestra que las personas que ven este tipo de vídeos tienen una mayor distorsión de su propia imagen corporal y también más descontento con ella. Además, pueden aumentar los pensamientos obsesivos y la ansiedad. Y, finalmente, el quinto inconveniente de ver estos vídeos es que nos hiperenfocamos en la alimentación y la imagen física.

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La comparación con los influencers puede ser muy peligrosa.

Entonces, ¿dejamos de verlos?

La solución no es necesariamente dejar de ver los vídeos de “Qué como en un día”, aunque todo depende de cómo le sienten a cada persona. Habrá personas que los vean simplemente como ocio y no caigan en la comparación. En cambio, otras sí pueden sentir malestar. Si empezamos a percibirlo, debemos tomar medidas, como dejar de seguir a personas que suban ese tipo de contenido o, si no queremos ser tan tajantes, al menos “educar” al algoritmo. Las redes sociales como TikTok nos muestran lo que perciben que queremos ver. Si mayormente vemos ese tipo de vídeos, nos mostrarán más y más. Por eso es importante invertir tiempo en buscar y ver otros vídeos, para que el algoritmos sea más variado y no se centre solo en vídeos de “Qué como en un día”.

De todos modos, también es importante que nos fijemos en quién sube el vídeo. Y es que no es lo mismo que lo publique una nutricionista que una influencer de lifestyle sin ningún tipo de formación en nutrición. Dicho esto, disfruta de las redes sociales, pero recuerda que están ahí para disfrutarlas. Cuando causan malestar debemos alejarnos. 


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