Los seres humanos, como otros animales, somos bastante cíclicos. Dormimos, comemos o trabajamos siempre más o menos a las mismas horas. Al menos, es lo que deberíamos hacer. No siempre es posible, pero es lo que nos demanda nuestro cuerpo. Por eso, es esperable que la salud mental también siga ciertos patrones. Todos hemos escuchado alguna vez eso de que las cosas se ven menos malas por la mañana. ¿Es ese el momento más optimista del día? Esta y otras preguntas se las hizo un equipo de científicos del University College de Londres. Estábamos pasando una época de mucho estrés y ansiedad, ¿pero eran iguales los niveles de ambas emociones durante todo el día? Para saberlo, llevaron a cabo un estudio que comenzó en marzo de 2020, finalizó en marzo de 2022 y se publicó hace poco más de un mes.

El estudio, como suele pasar en la mayoría que se relacionan con la salud mental, se basó en encuestas. De hecho, los datos no se tomaron específicamente para este estudio. Procedían de un estudio social sobre la COVID-19 que se llevó a cabo en ese periodo de tiempo, incluyendo el análisis de muchos parámetros sobre bienestar emocional. Participaron en él más de 49.000 personas, quienes tuvieron que responder a varias encuestas, de modo que al final se tomó casi un millón de datos.

Con esto, se llegó a varias conclusiones. La primera que, efectivamente, las cosas se ven mejor por las mañanas. Las abuelas casi siempre tienen razón. La segunda, que los niveles de ansiedad y depresión, tras alcanzar ese mínimo matutino, suelen aumentar progresivamente hasta alcanzar un máximo alrededor de la medianoche. Pero hubo más conclusiones. Veamos un resumen de lo que esclarecen en el estudio.

Tu salud mental cambia a lo largo del día

En este estudio se vio que la salud mental de la mayoría de participantes alcanzaba su mejor estado por la mañana. Esto quiere decir que los niveles autoinformados de ansiedad y depresión eran más bajos que en el resto del día, mientras que los de felicidad eran más altos.

Después, los dos primeros parámetros empiezan a ascender hasta llegar a su mínimo en la medianoche y el tercero disminuye en el mismo periodo de tiempo. Algo importante es que las diferencias son mínimas. Lo llamativo es que la mayoría de personas siguieron el mismo patrón, pero no las diferencias individuales. Si tu salud mental está resentida por algún motivo, lo estará durante todo el día, aunque posiblemente te sientas algo mejor por la mañana. 

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La primera hora de la mañana puede ser el mejor momento para nuestra salud mental. Crédito: Bruce Mars/Unsplash

Algo que también llama la atención del estudio es que otras emociones, como la soledad, sí que se mantienen estables durante el día. Los autores creen que se debe a que los patrones diarios afectan a la salud mental, pero no a la forma en la que percibimos las conexiones sociales.

También hay cambios semanales

Puede que alguna vez hayas sentido que el día más triste de la semana es el domingo. Especialmente el domingo por la tarde. Sin embargo, estos científicos vieron que hay dos días peores: el miércoles y el jueves. Según su investigación, es a mitad de semana cuando los niveles de ansiedad y depresión alcanzan sus máximos. De nuevo, las diferencias son mínimas en una misma persona, pero los patrones de salud mental son consistentes de unas a otras. 

¡Y anuales!

También hubo variaciones consistentes en épocas del año. Los niveles máximos de salud mental se alcanzaron en general en verano y los mínimos en invierno. Eso, en realidad, sí nos lo esperábamos.

¿Por qué se siguen patrones en la salud mental?

Los autores de este estudio consideran que nuestra salud mental sigue patrones diarios porque, en realidad, mucho de lo que hacemos a lo largo del día también los sigue. Al fin y al cabo, nuestro día a día se rige por ritmos circadianos. Estos son cambios fisiológicos que tienen lugar en ciclos de 24 horas. Ocurre por ejemplo con el sueño. Por lo general dormimos desde la misma hora, la misma cantidad de horas. Esto se hace por voluntad propia, pero con la ayuda de nuestro cerebro, ya que cuando detecta que la luz ambiental está disminuyendo activa la liberación de la hormona  melatonina, que nos ayuda a conciliar el sueño. Además, a lo largo de la noche también disminuye nuestra temperatura corporal y se dan algunos otros cambios fisiológicos cíclicos. No es extraño que ocurra lo mismo con la salud mental.

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El cortisol es mucho más que la hormona del estrés. Crédito: Freepik

Por otro lado, se sabe que algunas hormonas muy vinculadas a la salud mental siguen también una liberación cíclica. Es, por ejemplo, el caso del cortisol. Numerosos estudios apuntan a que los niveles máximos de esta hormona se alcanzan por la mañana, apenas unos minutos después de que nos despertemos. 

Normalmente relacionamos el cortisol con el estrés. Estamos en lo cierto, ya que se libera como respuesta a este. Sin embargo, el cortisol es esencial para nuestro organismo siempre que no exceda ciertos niveles. Por ejemplo, nos ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre y aumenta la disponibilidad de aquellos compuestos que intervienen en la reparación de tejidos. 

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