Ya van seis meses desde que un asteroide se convirtió en el tema de conversación de millones de personas en el mundo. Corría el mes de diciembre de 2024 cuando 2024 YR4 fue descubierto y automáticamente colocado en la lista de objetos cercanos a la Tierra sospechosos. Las primeras observaciones de su trayectoria indicaron que había un de riesgo de impacto con la Tierra creciente, que llegó a alcanzar el 3,1 %. Incluso se colocó en el nivel 3 de la escala de Turín, un nivel en el que han llegado a clasificarse muy pocos asteroides. Afortunadamente, a medida que se hicieron más observaciones, se vio que en realidad el riesgo era nulo. Pero no lo era el riesgo de impacto con la Luna. De hecho, ese ha seguido subiendo y ya se encuentra en un 4,3 %.

Lo ha descubierto un grupo de científicos liderado por Andy Rivkin, del Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins, con ayuda de datos proporcionados por el Telescopio Espacial James Webb. 

Cabe destacar que el impacto con la Luna, que ocurriría en 2032, no supone ningún riesgo. De hecho, es más bien una oportunidad emocionante para que los científicos puedan ver de primera mano cómo se forma un cráter de impacto. Es cierto que 2024 YR4 es grande. Con sus 53-67 metros, podría haber destruido una ciudad de llegar a impactar en la Tierra. Por eso se le conoce coloquialmente como asteroide destructor de ciudades. Pero en la Luna solo sería un cráter más. Es lo bueno de que nadie viva allí. Todavía.

¿Por qué cambia la probabilidad de impacto con la Luna?

Cuando el asteroide fue descubierto había muy pocos datos sobre su trayectoria. No se habían realizado suficientes observaciones. Por eso, con los primeros cálculos, se dibujó una zona de incertidumbre muy grande. Es decir, una zona de posible impacto muy amplia. A medida que se obtienen más datos, esa zona de incertidumbre se va haciendo más reducida. Si un objeto sigue dentro de la zona de incertidumbre cuando esta se reduce, su probabilidad de impacto aumenta. Eso es lo que ocurrió con la Tierra al principio. Sin embargo, si al seguir reduciendo la zona de incertidumbre queda fuera de ella, la probabilidad pasa a ser 0. De nuevo, eso es lo que ocurrió con la Tierra.

La posibilidad de impacto con la Luna es distinta. Nuestro satélite no ha salido aún de la zona de incertidumbre. Ni siquiera cuando el James Webb ha proporcionado datos mucho más certeros de la trayectoria de este objeto cercano a la Tierra. Eso no quiere decir que se vaya a producir el choque sí o sí. Un 4,3 % sigue siendo un riesgo de impacto con la Luna bajo, pero sí que es cierto que es más alto que la mayoría de objetos de este tipo que se observan.

¿Qué ocurrirá si de verdad se produce el choque del asteroide 2024 YR4?

En realidad, si se produce el impacto en la Luna de 2024 YR4 no pasará nada grave. Solo se formará un cráter. La parte positiva, además de que seguiremos sanos y salvos, es que, a pesar de que nuestro satélite esté cubierto de marcas de impactos, ninguno ha podido observarse a tiempo real. Si esto llegase a ocurrir, se podría predecir el momento del choque y los científicos podrían estar ojo avizor. Eso nos ayudaría a conocer datos emocionantes sobre la Luna.

Pero de momento no podemos saber mucho más. Los datos sobre la trayectoria del asteroide solo pueden obtenerse en un momento concreto en el que su trayectoria se acerca a la Tierra. Ya está alejándose, por lo que hasta dentro de 4 años no se podrá obtener más información. Si todo va bien, en 2028 volverá a reducirse la zona de incertidumbre y sabremos si la posibilidad de impacto en la Luna sigue aumentando o desaparece, como ocurrió con nuestro planeta. 


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