A estas alturas ya tenemos bastante asumido que hay partes del cuerpo que nos olvidamos a la hora de usar protector solar. Por ejemplo, las orejas y los pies suelen estar entre las zonas más olvidadas. Sin embargo, incluso si tenemos eso en cuenta, aún hay otras partes del cuerpo que nos dejamos atrás, básicamente porque no nos suele valer la crema que usamos en el resto del cuerpo. Se trata de la raya del pelo y los labios.
El cuero cabelludo es piel y, como tal, debe protegerse, ya que las radiaciones ultravioletas son igual de dañinas que en otras partes del cuerpo. Sí, es cierto que el pelo actúa como escudo hasta cierto punto, pero no lo suficiente. Además, hay partes, como la raya del pelo, que están mucho más descubiertas. A veces se recomienda usar sombreros o peinar el pelo hacia atrás para que no haya raya. Sin embargo, incluso así, la protección suele ser insuficiente. Sobre todo cuando nos bañamos.
En el caso de los labios, no debemos olvidar que también están compuestos por piel. Es más, suele ser una piel bastante más fina y delicada que la del resto de la cara. Las cremas que normalmente usamos como protector solar no suelen ser aptas para ponerlas sobre los labios. Tampoco sobre la raya del pelo. Pero sí hay algunos productos que podemos utilizar.
Protector solar en barra para los labios
Existen muchísimas marcas de protector solar que ya fabrican productos para labios. Estos consisten en una barra, similar a la de un pintalabios o un bálsamo. Los suele haber de SPF 30 o SPF 50 y su aplicación es muy sencilla. Solo hay que aplicarlos como cualquier bálsamo.
No obstante, debemos tener cuidado con la reaplicación. El protector solar labial debería replicarse incluso más que el del resto de la piel, ya que solemos comer, beber o simplemente humedecernos los labios con saliva mientras hablamos, por lo que puede que se pierda con más facilidad. Lleva siempre la barra contigo y reaplica de forma generosa cada poco tiempo. Si es posible, no esperes a las 2 o 3 horas que normalmente dejamos pasar para reaplicar el protector solar en el resto de la piel.


No te olvides de la raya del pelo
Hay sombreros que están fabricados específicamente para tomar el sol, por lo que contienen tejidos con filtros ultravioleta. Son una buena opción para proteger la raya del pelo y el resto del cuero cabelludo. Sin embargo, suele haber dos problemas con ellos. Por un lado, que nos los solemos quitar para bañarnos y mientras estamos en el agua el sol no se va de vacaciones. Y, por otro lado, que a menudo sudamos con ellos y acumulamos una humedad que no es buena ni para el pelo ni para el cuero cabelludo.
Por ese motivo, es mejor usar protector solar directamente sobre la cabeza. Hay algunos productos para cabello que contienen filtros UV. Sin embargo, generalmente son filtros que solo protegen el pelo, pero no la piel. Por eso, la recomendación de los dermatólogos suele ser rociar el cabello con brumas de protector solar para la piel. Estas no engrasan, por lo que no son tan incómodas en el pelo como lo sería una protección en crema o en barra. Además, una vez en casa nos lavaríamos el pelo para eliminar cualquier resto.
Es cierto que para la piel del resto del cuerpo, aunque las brumas son más cómodas, es más complicado aplicar la cantidad adecuada de protector solar. Los expertos recomiendan unos 2 mg de crema por cada centímetro de piel. Esto no es fácil de medir, lógicamente. No solemos ir a la playa con balanza de precisión y regla, pero basta con comprobar que hemos puesto una capa gruesa de producto en la piel. Con la bruma no es tan fácil hacerlo, por lo que, aunque salga un poco más caro, podría ser recomendable emplear la bruma para la raya del pelo y una crema para el resto del cuerpo. Sin olvidarnos del producto para labios.


Está claro que son muchos productos, pero no debemos olvidar que no siempre es necesario recurrir a un protector solar caro. El precio no es lo que indica su eficacia. Lo importante es que tenga los filtros adecuados y que lo usemos adecuadamente. Y esto último, por supuesto, empieza por no dejar olvidada ninguna zona de la piel.