Los ácidos del skincare están de moda. Que no cunda el pánico. No se trata de ácidos tan corrosivos como el ácido sulfúrico o el nítrico. Existe una infinidad de tipos de ácidos. La mayoría son muy perjudiciales si tocan nuestra piel, pero unos pocos pueden ayudarnos a cuidarla. Es el caso, especialmente, de los conocidos como alfa hidroxiácidos (AHA) y beta hidroxiácidos (BHA), aunque hay algunos que también son útiles en el skincare y no se encuentran en ninguno de esos grupos. Lo veremos más adelante. Pero, además, vamos a ver cómo deben usarse para optimizar sus resultados sin experimentar efectos indeseados.

Y es que, por mucho que sean ácidos amigables con la piel, es cierto que si no se usan adecuadamente pueden irritarla o causar algunas lesiones. Esto ocurre, por ejemplo, si se mezclan ácidos con otros productos de skincare con los que no son compatibles. También si nos excedemos con las cantidades o si no usamos protector solar al día siguiente. 

Son productos que han llegado para ayudarnos a que nuestra piel se vea mejor, pero es importante aprender a usarlos bien. Antes de ver cómo hacerlo, empecemos por el principio.

¿Por qué son tan útiles los ácidos en el skincare?

Como ya hemos anticipado, no podemos hablar de ácidos del skincare en general, por lo que nos vamos a centrar en dos tipos y otros dos ejemplos que no se corresponden con esos tipos.

Los alfa y beta hidroxiácidos son compuestos químicos que constan de una cadena de carbonos e hidrógenos con un grupo carboxilo formando parte del último carbono y un grupo hidroxilo unido a alguna parte de la cadena. En los primeros, el hidroxilo está en el que se conoce como carbono alfa y en los segundos en el beta. El grupo carboxilo consta de un carbono, un oxígeno y un grupo hidroxilo, compuesto por un oxígeno y un hidrógeno. Dejando a un lado su composición química, lo que nos interesa aquí es su utilidad en el skincare.

La principal diferencia entre los AHA y los BHA es su solubilidad.

Unos con agua…

Los primeros son solubles en agua y los segundos en aceite. Este es un dato importante, ya que de él depende la utilidad de estos ácidos en el skincare. Por ejemplo, la solubilidad de los AHA les permite unirse al líquido que mantiene cohesionadas las células. En las células muertas, a medida que nos hacemos mayores, este líquido es más denso, por lo que cuesta más que las células muertas se liberen y se renueven. Los AHA ayudan a que se liberen más fácilmente, promoviendo la regeneración celular. Eso, a su vez, es muy útil para prevenir arrugas y manchas, entre otros factores. Algunos ejemplos de AHA son el glicólico, que actúa en profundidad, o el láctico, muy útil para suavizar las arrugas.

… y otros con aceite

En cuanto a los BHA, su solubilidad en las grasas les permite profundizar más en la piel y ayudar a eliminar el sebo. Por eso, son muy útiles en casos de acné. Las bacterias del acné se alimentan de sebo. Eliminada la comida, se acaban las bacterias. Un buen ejemplo de BHA es el ácido salicílico, que ayuda a desatascar los poros.

En resumen, se puede decir que la mayoría de los hidroxiácidos son exfoliantes químicos, porque ayudan a retirar células muertas, pero sin necesidad de frotar, como con el gránulo de los exfoliantes físicos. 

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Los BHA llegan más profundamente. Crédito: Crystalweed (Unsplash)

Algunos no son ni AHA ni BHA

Otros ácidos del skincare no son hidroxiácidos. Es, por ejemplo, el caso del ácido hialurónico. Este, en realidad, es un azúcar y su función es mayormente lubricante. Las células de nuestra piel lo producen naturalmente, pero cada vez se genera menos a medida que nos hacemos mayores. Por eso, puede ser útil empezar a usarlo en cosmética. Es importante que los productos incluyan ácido hialurónico de alto y bajo peso molecular, ya que el más grande no puede atravesar las capas más profundas de la piel y hace efecto a nivel externo, mientras que el pequeño sí que lo hace y logra hidratar en profundidad. 

Otro ácido del skincare que no es AHA ni BHA es el azelaico. Se trata de un ácido dicarboxílico y es muy útil para tratar el acné, las rojeces y las manchas de la piel.

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