La Unión Europea (UE) ha recomendado a todos los ciudadanos de la misma que preparen un kit de supervivencia de 72 horas para su uso en caso de crisis de emergencia. La noticia ha generado un gran revuelo, como es lógico, aunque la unión insiste en que no es más que una medida que forma parte de su Plan de Prevención, no por una situación concreta e inminente. Dejando a un lado cómo de realista es la idea de que necesitemos dicho kit, cabe preguntarse qué es lo que debería incluir.
Desde la UE han señalado que, a grandes rasgos, el kit de supervivencia debería incluir agua, comida no perecedera, medicinas, productos de higiene, dispositivos electrónicos de primera necesidad, como las linternas, y suministros para los mismos, como las pilas, y dinero en metálico y documentos importantes, como el DNI. Teniendo esto en cuenta, nos pueden surgir algunas preguntas. ¿Cuánta agua es necesaria? ¿Cuáles son los mejores alimentos no perecederos? ¿Qué medicamentos deberían formar parte del kit?
Con respecto a lo último, la UE no ha publicado ninguna lista oficial. Señalan que no lo han hecho ni lo harán porque esa es una competencia de los Estados miembros. Sin embargo, sí que piden tener en cuenta las necesidades de los grupos vulnerables de la población. En cuanto al agua, han señalado que lo ideal serían 5 litros por persona, aunque aquí hay algunas cuestiones que puntualizar. Y, con la comida, lo que a todos nos viene a la cabeza son las latas, pero una experta española ya advirtió hace años que esta no es la mejor de las ideas para un kit de supervivencia.
Ten en cuenta que el agua no es solo para beber
El agua de un kit de supervivencia iría dirigida tanto a beber como a la higiene personal. La Universidad de Tulane, en Nueva Orleans, publicó en 2021 un artículo con los ítems más importantes que se deberían incluir en un kit de supervivencia. Con respecto al agua, se señaló que lo ideal sería un galón de agua por persona y día. Un galón equivale aproximadamente a 3,8 litros, por lo que serían alrededor de 11,5 litros de agua para las 72 horas por cada persona.
¿Qué medicamentos no deberían faltar en el kit de supervivencia?
Lógicamente, las personas con enfermedades crónicas y medicamentos prescritos deben abastecerse con esos fármacos para su kit de supervivencia. Ahora bien, ¿qué medicamentos sin prescripción deberían estar siempre presentes?


Según en qué medio lo consultemos, veremos uno u otros. Pero, a grandes rasgos, se suele recomendar incluir antiinflamatorios, analgésicos, antipiréticos, antiácidos, antihistamínicos y antidiarreicos. Algunos ejemplos en España sin receta serían el Ibuprofeno de menos de 600 mg, el paracetamol, el Almax, los productos con ebastina y el Fortasec. De cualquier modo, siempre sería recomendable consultar a nuestro médico de cabecera sobre los fármacos que nos puedan resultar más útiles.
Las latas no son tan buenas como crees para un kit de supervivencia
En 2019, la farmacéutica experta en biotecnología y seguridad alimentaria Gemma del Caño hizo como Los Simpsons. Anticipó la pandemia que estaba a unos meses de llegar y nos contó cómo elaborar un kit de supervivencia. No habló de virus, sino de meteoritos y no hizo referencia al papel higiénico, porque eso era impredecible para cualquiera. Sin embargo, sí que habló sobre los motivos por los que no es buena idea incluir latas en este tipo de kits.
Es cierto que los alimentos que se conservan en lata duran muchísimo tiempo. Sin embargo, cuentan con bastantes inconvenientes. El primero es que ocupan mucho espacio. Esto se debe a que las latas son redondas por motivos que benefician a la industria. Gemma del Caño cuenta, por ejemplo, que son más fáciles de producir y etiquetar. Resulta mucho más sencillo imprimir una lata directamente a medida que se hace rodar, que darle la vuelta para añadir etiquetas en todas sus caras. El hecho de que rueden también evita que se choquen entre ellas en la cadena de producción y puedan producir daños en las máquinas. Incluso aguantan mejor la presión y se necesita menos cantidad de material para albergar el mismo volumen de producto que en un recipiente cuadrado o rectangular.
Dicho esto, la dificultad para guardarlas no es el único problema de las latas. También pueden abollarse o agujerearse y, si eso ocurre, su contenido se contamina fácilmente. El botulismo es una enfermedad bacteriana originada por el consumo de comida enlatada en mal estado. Cualquier picazo en el material de la lata permitirá la entrada de aire en su interior y dará a las bacterias patógenas un ambiente ideal para proliferar.
Entonces, ¿cuál es la mejor opción para el kit de supervivencia?
Por todo esto, la recomendación de la experta para un kit de supervivencia es la comida liofilizada. Ya la usan los astronautas o los militares por varios motivos. El primero es que, al contrario que las latas, ocupa muy poco espacio. Pero el segundo es que es mucho más segura. Para prepararla los alimentos se secan y se convierten en polvo. Al retirar toda el agua, los microorganismos ya no pueden proliferar. Además, se mantienen todas las propiedades nutricionales de los alimentos. Esto es muy importante si el kit de supervivencia es para una estancia larga.
Dicho esto, ¿debe cundir el pánico?
Vivimos en un mundo bastante impredecible y, por desgracia, los que mandan, esos que deberían cuidarnos, a veces prefieren ver el mundo arder. Puede que en algún momento lo necesitemos. Sea o no inminente, recuérdalo: lo mejor será que no optes por la comida en lata.