Hay quien dice que enero es el mes más largo del mundo. Obviamente no es cierto. Tiene 31 días, como marzo, mayo, julio, agosto, octubre y diciembre. Sin embargo, por muchos motivos, hay multitud de personas a las que se les hace eterno. En muchos casos esto se debe al paso de un periodo festivo, como es diciembre, a otro cargado de trabajo. Los contables, por ejemplo, tienen un pico de trabajo enorme en el primer mes del año. Por eso, fueron el público elegido recientemente por un equipo de científicos de Estados Unidos para explorar métodos para reducir la fatiga laboral. 

En su estudio analizaron los datos de contables públicos de Estados Unidos, prestando atención a varios factores. El primero, lógicamente, fue su nivel de cansancio percibido. En cuanto al segundo, se centró en analizar las medidas que tomaban esos profesionales para intentar reducir esa fatiga laboral.

Se analizaron multitud de factores, pero solo encontraron dos que reducían notablemente la fatiga laboral. Uno fue la práctica de microdescansos y el otro el apoyo de un supervisor. Aunque estos resultados no se observaron todo el año. Vamos a verlo con más detalle.

Microdescansos para reducir la fatiga laboral

Los contables públicos que realizaron varios descansos de un minuto durante su jornada experimentaron mucha menos fatiga laboral. En ese tiempo podían leer algo en internet, tomar un café o incluso realizar estiramientos. No se necesitaba un descanso más largo, bastaba con ese breve break

También se vio que los contables que contaban con un supervisor atento también experimentaban menos signos de fatiga. Estos supervisores se pasarían regularmente a preguntar cómo se encontraban y proponer ayuda si fuese necesaria.

En ambos casos, no solo se percibió menos fatiga en la propia oficina. La calidad del sueño de los trabajadores durante la noche también fue mucho mejor.

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Basta con un minuto de descanso varias veces al día para percibir los efectos. Crédito: Vitaly Gariev (Unsplash)

Esto no ocurre siempre

Otro dato interesante de este estudio es que, en realidad, la eficacia de los microdescansos y el apoyo del supervisor se vio solo en periodos de mucho estrés. En el caso de los contables, como ya hemos visto, uno de esos momentos es el mes de enero, ya que deben trabajar a fondo para gestionar los impuestos de sus clientes. Como este, hay otros ejemplos. De todos modos, lo importante es que, en los momentos en los que el volumen de trabajo no era asfixiante, los microdescansos no surtían ningún efecto. Lógicamente no eran perjudiciales, pero tampoco beneficiosos. Más bien neutros.

Este estudio se ha realizado con contables, pero vale para cualquier profesión. Si estás pasando por una época de mucho estrés y fatiga laboral, prueba con los microdescansos. Es cierto que la parte del apoyo del supervisor es algo que escapa de nuestro control, aunque siempre podemos contárselo, por si lo viese una buena idea. Lo que sí podemos controlar es la práctica de esos pequeños descansos.

Finalmente, cabe destacar que el estudio no determinó cuál es el tiempo óptimo que deben durar los microdescansos. Pero, dado que los resultados se obtuvieron con trabajadores que descansaban durante un minuto, ese puede ser un buen punto de partida. Nadie te llamará la atención por detener el trabajo unas cuantas veces durante solo 60 segundos. De hecho, trabajarás mucho mejor. Todos ganáis. 

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