El thriller de suspenso nunca pasa de moda. Pero mucho más, cuando es capaz de traducir algunas de las obsesiones contemporáneas en una historia atractiva. Es el caso de La locura, la nueva miniserie de Netflix que explora en la paranoia y la teoría de la conspiración a través de una premisa en apariencia sencilla. Muncie Daniels (Colman Domingo), es un experto en medios televisivos, que se convierte en el único testigo de un crimen violento. Peor aún, en la única persona que puede afirmar que algo semejante ocurrió. Eso, cuando cualquier indicio de la escena del asesinato que asegura ver, desaparece sin dejar huellas. 

El director y creador de la serie Stephen Belber, convierte el guion de Liz Ellis en una cacería humana a gran escala que se vuelve cada vez más complicada. Muncie se encuentra pronto en el centro de una conspiración que despierta los peores rasgos racistas de la policía y que finalmente, pone en entredicho su cordura. Eso, mientras trata de escapar y mantenerse con vida el tiempo suficiente para demostrar que lo que vio es cierto. Más importante todavía, que detrás del cruento homicidio que presenció, se esconde una maquinaría capaz de ocultar la identidad de asesinos e implicados. 

Una trama ideal para los que disfrutan de las historias en las que nada es como parece. Si es tu caso, te dejamos tres razones para ver La locura. Desde su hábil guion hasta la forma en que cuenta sus diferentes giros y sorpresas. Se trata de una de las historias más interesantes que puedes encontrar ahora mismo en el catálogo de Netflix, ideal para un maratón de fin de año. 

Un protagonista complejo

Para que un argumento semejante sea creíble, necesita un protagonista a la altura. Y el Muncie Daniels de Colman Domingo, lo es. El actor nominado al Globo de Oro, brinda a su actuación el suficiente carisma como para que cualquiera pueda empatizar con su personaje. Mucho más, que permita comprender sus decisiones — no siempre las más lógicas o correctas — en medio de la situación desesperada que atraviesa.

Se trata de todo un reto que el intérprete logra superar. Muncie no solo debe afrontar que fue testigo ocular de un hecho atroz. También, que ahora todas las sospechas recaen sobre él, una vez que el cuerpo del delito desapareció y nadie más parece tener relación con el crimen. Paso a paso, la trama conduce al personaje a una encrucijada cada vez más peligrosa. Por un lado, atreverse a descubrir por sí mismo qué ha ocurrido o solo, tratar por todos los medios demostrar su inocencia. 

Colman Domingo consigue que la desesperación, el miedo y la angustia sea creíble y cercana. Mucho más, cuando todo a su alrededor se vuelve más turbio y conduzca a terrenos cada vez más violentos. Algo que convierte a toda la situación en una trampa mortal para el personaje y quienes le rodean. 

Una historia que jamás decae en interés

El giro de un crimen sangriento con un único testigo no es novedoso. Por lo que el guion de La locura, lo enfoca desde un ángulo interesante. Eso, al lograr que su protagonista — que está familiarizado con tácticas para manipulación de la opinión — se encuentra en el centro de un dilema. El de enfrentar la posibilidad de ser encontrado culpable de algo que no cometió o de poner su máximo esfuerzo en encontrar sus propias respuestas. Todo, mientras la red de sospechas a su alrededor se estrecha debido al racismo, prejuicio y violencia. 

El argumento de la miniserie toma buenas decisiones en varios puntos a la vez. Por un lado, ocultar la mayor parte del tiempo cualquier indicio sobre el o los culpables del asesinato central. Al otro extremo, dejar entrever que Muncie — desde cuyo punto de vista se cuenta la historia — podría ser un narrador poco fiable. Por lo que también deja entrever que hay la posibilidad — pequeña, pero latente — que lo que ocurre se trate de una alucinación o un delirio. 

Para sus últimos capítulos, La locura incluso dobla la apuesta y combina ambos escenarios. Para entonces, el argumento muestra su habilidad para evitar caer en salidas sencillas acerca de lo que ocurre y quién está detrás de lo sucedido. Decisiones ingeniosas que hacen de la historia una colección de sorpresas bien pensadas y mejor hilvanadas entre sí. 

Una intrigante mirada a la paranoia y a la conspiración

El tema de un secreto oculto por el poder y la influencia, se convierte en La locura en una forma de reflexionar sobre el privilegio. En específico, en cómo el hecho más depravado y brutal — y el homicidio centro de la trama lo es — puede volverse un punto ciego para la justicia. La serie toma lo anterior y lo profundiza, a través de una búsqueda de huellas e indicios, que conducen a lugares y revelaciones sorprendentes. Pero no basa su premisa solo en eso. 

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