Nadie lo duda: en la actualidad, Apple TV+ es la plataforma que explora con mayor éxito en la ciencia ficción. De Para toda la humanidad y su reflexión sobre el impacto de la tecnología a Fundación, la lujosa adaptación de la saga del mismo nombre de Isaac Asimov. Lo cierto es que el interés del servicio de suscripción por historias que exploran en la especulación científica, siempre sorprende por su calidad. Pero la primera temporada de Severance destacó por su originalidad. 

La historia de un procedimiento científico capaz de escindir la mente de un trabajador para asegurar su eficiencia, es incómoda por necesidad. Pero además, el creador Dan Erickson la dotó de una ingeniosa reflexión acerca del éxito, el miedo y la paranoia conspiranoica. Por otro lado, el director Ben Stiller convirtió a los pasillos y oficinas de Lumon Industries en una rara mezcla de minimalismo y simetría. El resultado fue una premisa cada vez más compleja, que llegó a un final de temporada en la que dejó docenas de preguntas en el aire. Entre ellas, quién en realidad está detrás del procedimiento de cercenadura y, por tanto, controla la misteriosa corporación.

La segunda entrega de la producción, no responde a todas las interrogantes que la serie planteó antes. De hecho, no es su intención. Antes que eso, explora en el mundo que muestra, a través de nuevos puntos de vista. Paso a paso, Severance profundiza en la vida que sus personajes llevan fuera y dentro de la oficina. También, cómo reaccionan ahora, que saben qué es lo que ocurre con sus mentes. Por lo que la reciente entrega, pone mayor interés en mostrar los verdaderos alcances del control que Lumon ejerce sobre sus empleados. 

Severance

La segunda temporada de ‘Severance’ no intenta responder a todas las preguntas de la anterior. Antes que eso, explora su mundo distópico a través de la evolución de sus personajes. Todo gracias a un guion que une los diferentes escenarios con el misterio de qué es exactamente lo que ocurre detrás de los muros de Lumon Industries. Algo que hace de la segunda temporada un éxito de imaginación y riesgo al contar su historia.


























Puntuación: 5 de 5.

Nuevos enigmas en ‘Severance’

SeveranceSeverance

La nueva temporada, comienza mostrando qué ha ocurrido luego que se activó la Contingencia de Horas Extras. Como se recordará, Dylan (Zach Cherry), logró encontrar una forma en que los trabajadores de Lumon pudieran saber qué pasaba más allá de la oficina. Lo que provocó varias revelaciones impactantes. Por un lado, Mark (Adam Scott), descubrió que la señora Casey (Dichen Lachman), era, en realidad, su esposa, a la que creía muerta y cuyo duelo, lo llevó a aceptar la cercenadura en primer lugar. 

Al otro extremo, Helly (Britt Lower), tuvo que afrontar la noticia de ser hija de Jame Eagan (Michael Siberry), director ejecutivo de la compañía. Un dato, que por sí solo, no explica el motivo por el que ella aceptó trabajar en las siniestras condiciones en que lo hace. Por último, tanto Irving (John Turturro), como Burt (Christopher Walken) se encontraron con que lo que ocurría entre ellos fuera de las puertas de la empresa, era más complicado de lo que podían suponer. Todas estas situaciones parecían apuntar a que la segunda temporada de Severance, al menos explicaría cualquiera de ellas. O mostraría cómo sus personajes las afrontan. 

Una historia que se hace más interesante

Que es, de hecho, lo que hace, pero sin que el argumento sea un conjunto de preguntas y respuestas. Antes que eso, el guion de Dan Erickson se enfoca en la información. Ahora, cada uno de los miembros de Refinamiento de Macrodatos, sabe exactamente quién es fuera de las oficinas. Y también, el lugar que ocupan en la empresa. Por lo que Mark, buscará resolver el misterio de Gemma / Señora Casey y el motivo por el cual, creyó que estuviera muerta en primer lugar. Lo mismo podría decirse de Dylan, Irving y Burt, confrontados con la certeza de las personas que son fuera de Lumon. 

La trama muestra entonces lo que siempre insinuó en la primera temporada. Los recuerdos no son solo preocupaciones y datos que podrían entorpecer el trabajo de los empleados de la empresa. En realidad, Lumon sectoriza y decide, qué debe recordar cada individuo y cuánto de ese recuerdo, beneficia a su estructura. A medida que esa idea es más evidente, Severance demuestra que su crítica a la codicia, la ambición y el capitalismo, es más dura que nunca. 

Más interesante todavía: la entrega evita repetir cualquiera de sus conflictos de la primera temporada. Por lo que se esfuerza, para hacer el escenario en que se mueven los personajes sea más complicado y extenso. Si antes, la mayor parte del argumento estaba enfocado en descubrir qué pasaba afuera, ahora se trata de descubrir qué ocurre en Lumon. Ese cambió de dirección en los misterios de Severance, le brinda la oportunidad de innovar a todo nivel en su premisa. 

Causa y efecto en ‘Severance’

Uno de los éxitos de la nueva temporada de Severance, es crear un efecto mariposa que afecta a todos sus personajes y conflictos. Por lo que las posibles respuestas a sus enigmas, son, en realidad, efectos del nuevo conocimiento a disposición de los personajes. Un caso muy específico de este enfoque, es lo que ocurre con Harmony Cobel / Señora Selvig (Patricia Arquette). La ejecutiva tendrá que lidiar con las consecuencias de no haber descubierto el plan de Dylan y lo que ocasionó fuese efectivo. Pero, mientras eso pasa, el personaje también comprende que sabe muy poco sobre su lugar en la empresa. Por lo que comenzará a hacerse preguntas acerca de qué es en realidad la compañía a la que entregó su vida. 

Severance se hace más interesante a medida que sus protagonistas pasan por procesos parecidos. Ya sea siguiendo a Mark mientras descubre otras oficinas — y empleados — en el lugar o profundizando en el miedo de Helly por los descubrimientos que realiza. Lo cierto es que la segunda temporada de la serie, detalla la forma en que crecen sus tramas y personajes, como una evolución en conjunto. 

Parte de ese crecimiento, pasa por mostrar cómo se vuelve más confusa la frontera entre quienes son los empleados dentro y fuera de Lumon. Si en la anterior entrega, el peso de la trama estaba en descubrir qué ocurría con sus mentes, ahora es utilizar esa información a su favor. Lo cual no es sencillo ni hará las cosas más simples. El guion evita dar explicaciones obvias acerca de por qué los personajes actúan como lo hacen. Antes que eso, los sigue a través de su evolución, de simples peones de un mapa corporativo anómalo, a enemigos del sistema puertas adentro. 

Un apartado visual que vuelve a sorprender

Con Ben Stiller en la dirección de cinco de los diez capítulos, la serie regresa a su estética mínima, simétrica y asfixiante. Buena parte del éxito de la producción, es haber logrado enfocar su interés visual en convertir el interior de empresas Lumon en un laberinto. Algo que en la segunda temporada se hace cada vez más obvio. Los largos pasillos recubiertos de paneles de un blanco opaco, conducen ahora a escaleras que se extienden y se entrecruzan con nuevas dependencias.

No obstante, la serie aumenta la apuesta, cuando logra que esa particular estética se mezcle con lo que narra. Algo que sucede, y de forma muy obvia, en el capítulo 5 y también en el 7 de la producción, quizás el más experimental desde el punto de vista estético y argumental. En conjunto, la serie intenta llevar su propuesta visual a algo más que un grupo de imágenes sugerentes. Algo que logra sobradamente en su nueva temporada y la convierte en un éxito en todos los aspectos.

Ver fuente