Esta misma mañana me ha costado creer que Monument Valley cumpla más de 10 años de vida. Todavía recuerdo los artículos que escribí en 2014 sobre la primera entrega. Y de la segunda en 2017. Pero sobre todo, me acuerdo de lo mucho que me gustó y lo diferente que era del resto de opciones por aquella época. Hoy, una década después, se acaba de publicar Monument Valley 3. El tercer juego de la saga ya está disponible en Google Play y la App Store para descargarlo, y lo mejor, viene sin etiqueta de precio. Es completamente gratis y no tiene pagos in app.
¿El truco? Ha llegado a un acuerdo con Netflix para que solo pueda ser descargado y jugado por los suscriptores de la plataforma. Así es, para tener Monument Valley 3 es necesario pagar alguno de los planes del servicio de streaming. Y, además, el proceso es lo más transparente e inocuo para el usuario: basta con ir a la tienda de apps de tu móvil Android o iOS, buscar Monument Valley 3 y pulsar sobre instalar.
Tu cuenta de Google o Apple ya se encargan de saber si tu correo está asociado a un plan de pago de Netflix y te dan acceso a la descarga. Por el contrario, si no tienes Netflix la cosa se complica. De hecho, hasta el punto de que no vas a poder acceder al juego ni pagando. Y, sí, sirve cualquier plan del servicio de streaming, incluso el más económico con anuncios.
Además, por si quieres completar la experiencia, tu suscripción de Netflix también incluye Monument Valley 1 y 2 totalmente gratis.
Monument Valley 3, otra obra de arte
Si has jugado algún Monument Valley, sabrás apreciar su calidad. Hace 10 años marcó la diferencia irrumpiendo en el mercado móvil como un juego tranquilo, capaz de correr en todos los móviles y en el que los gráficos no importaban demasiado. Mientras que el resto de entregas competían por ser lo más frenéticas posible y ofrecer una calidad visual 3D increíble, Monument Valley iba a su rollo.
Ofrecía un gameplay tranquilo, con una banda sonora sublime y una serie de rompecabezas muy bien pensados. La dificultad no era marca de la casa, pero tampoco importaba demasiado dadas las maniobras y los mapas tan ingeniosos con los que contaba. Cada movimiento del mapa era mejor que el anterior, y sin palabras ni cinemáticas complejas, todo el juego contaba una historia curiosa.
Daban ganas de seguir jugando, difícilmente encontrabas puntos de frustración y nada interrumpía la armonía de sus gráficos, las animaciones y la banda sonora: no contaba con anuncios y se olvidaba de toda esa parafernalia de menús, botones y colores atractivos para vender más.
De hecho, ya puedo dejar de hablar en pasado, pues los primeros minutos que he podido jugar a Monument Valley 3 me han recordado todo lo que disfruté las dos primeras entregas.
Y, si es tu primera interacción con esta saga, debes saber que merece mucho la pena probarla ahora que es gratis con Netflix. En su día, fue considerado como el mejor juego para móviles, un hito que un servidor aprueba con creces.