Llega a los cines Mickey 17, una de las películas de ciencia ficción más ambiciosas del año. El director de la oscarizada Parásitos (2019), Bong Joon-ho, cambia de registro para narrar una dramedia en el espacio exterior con Robert Pattinson como protagonista. El filme, que adapta la novela de Edward Ashton, ha sufrido varios retrasos pero, al fin, aterriza en cines con la firme intención de llenar las salas y confirmar un nuevo gran éxito para Warner Bros.

La trama de Mickey 17 sigue a un hombre en el mundo helado de Niflheim, planeta que la humanidad pretende colonizar. Este protagonista es un empleado «prescindible» que puede ser usado y desechado después de completar su tarea, a menudo peligrosa. Y es que, cuando un Mickey muere, otro renace en una fotocopiadora con sus recuerdos aún intactos. Pero todo se complica cuando sus «clones» pasan a nacer sin que la versión anterior haya muerto, lo que pone a toda la compañía en alerta.

Mickey 17 pósterMickey 17 póster

Mickey 17

El director de Parásitos regresa por fin a los cines con la esperadísima Mickey 17, en la que reflexiona sobre los males del sistema desde la comedia más absurda y desternillante. Una genial sátira en clave de ciencia ficción tan imperfecta como divertida y con un Robert Pattinson desencadenado en estado de gracia.


























Puntuación: 4 de 5.

Brutal crítica al sistema

En 2019, con Parásitos, Bong Joon-ho lanzó una feroz crítica al sistema vertical que impide una lucha real de clases. Con Mickey 17 vuelve a hacerlo pero con un enfoque radicalmente opuesto. La película se asienta en el género de la comedia absurda y casi surrealista para lanzar dardos envenenados muy explícitos, uno detrás de otro, a todos los elementos de la sociedad neoliberal actual.

Ya la propia premisa de un trabajador prescindible y sustituible a las órdenes de una gran compañía que no se preocupa por él evidencia el mensaje que pretende transmitir. El director lleva al extremo la podredumbre de un sistema que aplasta a las clases medias y bajas para reírse con un humor ácido y acertadísimo de ello. Especialmente en su primera hora y media, Mickey 17 es una fuente de carcajadas constantes.

Mickey 17Mickey 17

La cinta no es más que una sucesión de escenas cotidianas del ambiente laboral y social de los trabajadores de hoy en día, extrapolado a un mundo distópico y futurista y bajo la lente de la comedia absurda. Entre sus piezas, Mickey 17 tiene al magnate sin escrúpulos, manipulador y algo pardillo que se mantiene en lo alto de la cadena por estar podrido de dinero (evidente referencia a ciertas figuras de poder de la actualidad).

También al listillo que quiere jugársela al propio sistema con terribles ideas de negocio y chanchullos en el mercado negro. Hay adicciones a peligrosas drogas a las que se enganchan los menos favorecidos para evadirse durante un rato de la cruel realidad que les toca vivir. Hay explotación abusiva de recursos para fines egoístas y ridículos… Todo en Mickey 17 es una brutal y desternillante sátira a nuestro tiránico mundo ultracapitalista.

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Imperfecta aventura sci-fi

Hay que señalar que, si bien es cierto que como sátira, Mickey 17 funciona como un tiro, en lo referido a su componente de ciencia ficción no está tan lograda. Como aventura sci-fi su premisa es original y, en sus primeros dos actos, ambos lados de la cinta se nutren el uno al otro a la perfección. Pero en su final, cuando ya se han hecho todos los chistes posibles, se entrega demasiado a un desenlace muy convencional y predecible de cualquier historia de colonización espacial.

Ese irregular tercer acto, aunque entretenido, es el que desmerece en buena medida una película que, en cualquier caso, es fantástica. De vez en cuando, Bong Joon-ho cuela alguna de esas brillantes ironías para no perder al espectador. Pero es obvio que Mickey 17 funciona mil veces mejor como comedia que como película de género, por muy pulido y cuidado que esté todo su diseño de producción y apartado visual.

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Robert Pattinson, actor generacional

Lo de Robert Pattinson en Mickey 17 también merece mención aparte. El británico vuelve a ofrecer una interpretación espectacular. No tiene miedo a abrazar todo tipo de registros en sus diferentes versiones del personaje y hacerlos tan creíbles que llegas a olvidarte de que son el mismo actor. Tampoco se esconde lo más mínimo a la hora de hacer «payasadas» de lo más histriónicas, divertidas y exageradas, como ya hiciera en el pasado en El Faro, por ejemplo.

Su papel en la película es bárbaro. Una muestra más de que ha conseguido salirse de ese encorsetamiento de «chico de Crepúsculo» para convertirse, de largo, en uno de los mejores actores de su generación. Es puro carisma y talento, sobre todo porque no tiene pudor ninguno para lanzarse a la piscina con una interpretación kamikaze como la que le exige Mickey 17.

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En definitiva, Mickey 17 es un nuevo triunfo de Bong Joon-ho. El director surcoreano no cierra una película tan redonda como lo fue Parásitos. El cambio de tono hacia la ciencia ficción es muy interesante y original, aunque no tan perfecto. Pero su salvaje sátira social sigue plenamente afilada y ofrece una de las películas más divertidas del año. Un filme que crece aún más gracias al brillante trabajo de un Robert Pattinson que parece no tener techo.

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