Que los despidos y recortes de Trump afectarán a la salud de los estadounidenses no es una novedad. Aun así, con cada medida que toma su Secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., nos quedamos más perplejos. La última ha afectado al personal de varios servicios del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Concretamente, han caído buena parte de los trabajadores encargados de investigar, gestionar y atender tanto enfermedades de las células falciformes como discapacidades del desarrollo y defectos de nacimiento.

Esto es grave por muchos motivos. La Sociedad Americana de Hematología ha enviado una carta al gobierno estadounidense alertando de los riesgos que puede tener disminuir la investigación en el área de enfermedades de las células falciformes. Por su parte, los trabajadores de centros especializados en el área de las discapacidades han recordado que en esta área se estaba llevando a cabo una importantísima investigación para la salud de los estadounidenses y que ahora, lógicamente, ha quedado en standby.

Dicha investigación tenía relación con el reciente aumento de casos de discapacidad cognitiva en adultos jóvenes. El origen de dicha situación era y es todo un misterio. Por eso, se había puesto en marcha una base de datos federal y se había dedicado un equipo de investigadores para intentar esclarecer los motivos. Se esperaba que hubiese una publicación de resultados pronto. Ahora, por culpa de los recortes de Trump, no será posible resolver el misterio.

Los recortes de Trump que enfadan a los hematólogos

Las enfermedades de las células falciformes son un grupo de trastornos que afectan a la hemoglobina de los glóbulos rojos. Esto, lógicamente, interviene en su capacidad para transportar oxígeno, ya que es justamente la función de la hemoglobina. Pero eso no es todo. Mientras que los glóbulos rojos normalmente son discos flexibles que pueden pasar sin problema por el interior de los vasos sanguíneos, en estos enfermos dichas células tienen forma de media luna. Eso les impide fluir adecuadamente, de modo que a veces se pueden atascar y dar lugar a coágulos. El resultado, en el mejor de los casos, es un dolor muy intenso, pero con el tiempo la situación puede ser más grave, ya que aumenta el riesgo de padecer trastornos cerebrovasculares. 

Reducir el personal dedicado a atender a estos enfermos y, sobre todo, a investigar su situación puede ser muy peligroso. Esto ha llevado a la Asociación Americana de Hematología a emitir un comunicado en el que su directora, Belinda Avalos, insiste en que las consecuencias pueden ser “graves e irreversibles”.

La paradoja de los despidos de Kennedy

Otra de las instituciones más afectadas por estos despidos y recortes de Trump es el Centro Nacional de Defectos Congénitos y Discapacidad del Desarrollo. Sobre todo ha habido despidos entre el personal de apoyo y la Subdivisión para la Promoción de Discapacidad y Salud. 

Es en el marco de estos grupos de trabajo en el que se estaba llevando a cabo la investigación sobre discapacidad en adultos. Sus responsables opinan que su trabajo es muy importante para no caer en el error de investigar y atender solo la discapacidad cognitiva en niños. Recuerdan que somos adultos la mayor parte de nuestras vidas, por lo que su función es esencial. Como también lo es ese estudio que ahora ha tenido que detenerse. No se sabe por qué han aumentado tanto los casos de discapacidad en adultos. Se necesitaban respuestas y los científicos de los CDC estaban preparados para darlas, pero no han tenido tiempo.

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El ejecutor de los despidos está siendo su Secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr. Crédito: Gage Skidmore (Wikimedia Commons)

Por otro lado, Kennedy Jr ha reducido el personal de los CDC dirigido al apoyo de la Asociación Olimpiadas Especiales, cuyo objetivo es proporcionar datos y exámenes para las personas con discapacidad intelectual. Esto resulta especialmente curioso porque dicha asociación la fundó Eunice Kennedy, tía del Secretario de Salud, y ahora la dirige su hijo, primo del ejecutor de los recortes de Trump en materias de salud.

Todo esto resulta paradójico, pero no solo porque haya atentado contra el trabajo de su familia. También porque con todos estos despidos se dificultará mucho la investigación fiable sobre autismo.

Trump y Kennedy Jr. han manifestado en numerosas ocasiones su preocupación sobre el aumento de casos de autismo en Estados Unidos. Ellos lo achacan erróneamente a las vacunas. Esto es algo que se puede decir con total seguridad, pues hay muchísimas investigaciones que demuestran que no existe dicha relación. Aun así han optado por invertir una gran cantidad de dinero en iniciar un nuevo plan de investigación sobre este tema. Mientras tanto, las personas que de verdad pueden ayudar a los pacientes con trastornos del espectro autista, se han quedado sin trabajo. 

¿Habrá recogida de cable?

Los recortes de Trump en materia de salud son muy preocupantes. Sobre todo porque la legislatura no ha hecho más que empezar y no sabemos cuánto se extenderán en el tiempo. Sin embargo, queda la esperanza de que haya un arrepentimiento y se reestablezcan algunos de los grupos de investigación desmantelados.

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