Adolescencia, con apenas cuatro episodios, ya forma parte de la historia de Netflix. Rodada en un asombroso plano secuencia, la serie es una exploración íntima, cuidadosa y reflexiva sobre la primera juventud. Pero enfocando el interés de su guion — escrito a cuatro manos por Jack Thorne y Stephen Graham — en la abismal brecha generacional actual. Por lo que la producción británica, sorprende no solo por su habilidad para mostrar un retrato fidedigno acerca de cómo es ser un adolescente contemporáneo.

También, acerca de los retos de padres, maestros y tutores para enfrentar las diversas problemáticas que plantea la trama. Especialmente, en lo tocante a la forma en que diversas subculturas de Internet, pueden ser una influencia perniciosa en el comportamiento juvenil. De los llamados incel, pasando por el contenido misógino Red Pill, hasta la forma de comunicarse en las diferentes plataformas. Lo cierto es que Adolescencia enfoca su energía en desentrañar el mundo de una generación educada frente a las multipantallas. Todo un reto que afronta con inteligencia y honestidad.

Pero, por supuesto, con semejante impacto y minuciosidad, es inevitable la pregunta si el caso que cuenta Adolescencia, es real. En particular, porque a lo largo de cuatro episodios, la trama se desarrolla de una forma verídica sobre situaciones muy específicas. El ambiente escolar, el trauma familiar que deja a su paso que uno de los miembros cometa un hecho de violencia, hasta la incapacidad de padres e hijos para comunicarse. Se trata de una variedad de temas que la producción relata con impecable realismo. Sin embargo, ¿está basada en algún hecho criminal? Te contamos lo que hay que saber a continuación

¿Adolescencia se inspiró en hechos reales?

En realidad, en lugar de solo mostrar un crimen específico o lo acontecido alrededor de una única familia, los creadores se basaron en varios a la vez. En una entrevista para The Independent, el creador, guionista y también protagonista, Stephen Graham, explicó que mezcló en Adolescencia los detalles y situaciones de dos casos. El primero, uno en que un chico menor de quince años apuñaló a una niña. Después, uno muy semejante, que sucedió dos meses después. El intérprete se sorprendió de los obvios paralelismos entre ambas situaciones y de inmediato, comenzó a escribir.

En palabras del Graham, una de sus preocupaciones, era mostrar la forma en que niños pequeños están cometiendo actos atroces de violencia criminal. Según comentó a Birmingham Live, se trata una circunstancia que se agrava, debido al desconocimiento de los padres o tutores, del contenido online al que están expuestos los niños. Todo en un contexto cada vez más brutal y complicado. 

Graham citó a The Ben Kinsella Trust, al explicar que los delitos con arma blanca en el Reino Unido, aumentaron un 80 % en los últimos diez años. Para mediados de 2024, se contabilizaron 50 973 agresiones con puñaladas. Más de 10 000, fueron cometidas por jóvenes menores a la edad legal. Una cifra alarmante que Adolescencia busca reflejar y en la que intenta poner el foco para su discusión colectiva. 

Un ángulo poco común sobre la violencia criminal

Además de lo anterior, los creadores querían que el público pudiera identificarse con los personajes y la situación. Por lo que optaron que tanto la familia Miller, como policías, psiquiatras y compañeros de clase del joven protagonista, fueran personas corrientes. En una entrevista con Tudum, Stephen Graham profundizó en la decisión de abordar la premisa de la producción desde la intimidad. Por lo que señaló que, aunque podría haber escrito un drama sobre pandillas, padres abusivos o cuadros psiquiátricos graves, quiso indagar en un punto poco corriente. 

Eso, al mostrar una familia como cualquier otra que sufre, porque uno de sus miembros cometió un acto de inimaginable crueldad. Todo, con la intención de que cualquiera que pudiera ver el programa, de inmediato concluyera que no siempre hay una explicación sencilla para un crimen. Siempre en palabras de Graham, Adolescencia quería mostrar la peor pesadilla de una familia normal. 

La subcultura tóxica en Internet

Un elemento que ha llamado la atención en Adolescencia, es cómo enfoca la subcultura tóxica y misógina online. En especial, en el segundo capítulo, en el cual el investigador Luke Bascombe (Ashley Walters) descubre que Jamie (Owen Cooper), había sido tachado de incel por su víctima. El guion muestra, entonces, la abismal brecha generacional entre el detective y los jóvenes que intenta investigar. Particularmente, al desconocer todo lo relativo a lo que ocurre en diferentes plataformas y el discurso de odio machista imperante en alguna de ellas. 

Un tema que el co-creador Jack Thorne intentó abordar de manera minuciosa. En una entrevista con The Independent, detalló que deseaba mostrar el contenido al que un chico cualquiera puede ser estar expuesto en Internet. Mucho más, cuando las comunidades tóxicas parecen ofrecer respuestas a inquietudes sexuales o románticas. Una cuestión que Adolescencia afronta de manera muy directa en su tercer episodio. En la trama, la psicóloga Briony Ariston (Erin Doherty) evalúa el estado mental de Jamie.

Lo que le lleva a descubrir que el chico estuvo en contacto con la comunidad incel y que, de hecho, apoya varias de sus controversiales ideas sobre las mujeres. Un elemento que se explora como posible detonante de la violencia machista que desencadenó el crimen que narra la producción. Una moraleja que ambos productores esperan sea una advertencia para los padres, para estar atentos al mundo en Internet con el que deben lidiar los más jóvenes.

Ver fuente