La segunda temporada de Andor ya ha estrenado su primer arco narrativo en Disney+. La serie de Star Wars se acerca poco a poco a su desenlace, que concluirá con la llegada de los episodios 10, 11 y 12 de esta entrega en apenas un mes. Una vez que termine, la historia de Cassian Andor se dará por cerrada definitivamente en la franquicia. Pero antes, el proyecto creado por Tony Gilroy ha dejado una nueva conexión con las películas originales.
Durante los tres primeros episodios de Andor temporada 2, el protagonista debe llevar una nave TIE imperial hasta un lugar remoto en el que debe entregársela a un contacto establecido por Luthen. Ese lugar de encuentro es nada menos que Yavin 4. A nivel geográfico no es más que la cuarta luna en órbita del planeta gaseoso Yavin Prime. Pero para la narrativa de Star Wars, es mucho más.
Yavin 4 es el enclave donde la Alianza Rebelde estableció su base de operaciones. Solo cuatro años después de los acontecimientos de Andor, a su alrededor se desatará una gran batalla que terminará con la explosión de la Estrella de la Muerte. Pero, por ahora, no es más que un territorio de jungla prácticamente salvaje. En ese corto período de tiempo deberá cambiar drásticamente. Sobre todo, porque lo que se encuentra Cassian está muy lejos de ser una célula rebelde bien organizada.
El origen de Yavin 4
Tal y como se confirma en la segunda temporada de Andor, durante los primeros años de levantamiento contra el Imperio, Yavin 4 era sencillamente un punto de encuentro remoto para distintos grupos de rebeldes. Sobre todo, lo utilizaban aquellos en contacto con Luthen Rael. Algo que tiene mucho sentido, pues una persona con sus conocimientos de la historia galáctica lo tendría perfectamente localizado. Y es que, según el canon de Star Wars, allí se encuentran los antiguos templos massassi, de una raza primitiva a la que los Sith esclavizaron 5.000 años atrás.
Para el Imperio, este lugar carecía de todo interés y, por eso, no hay ningún tipo de vigilancia. Solo es un satélite más, abandonado por todo rastro de vida inteligente. En definitiva, el sitio perfecto para llevar a cabo operaciones de guerrilla en las sombras. Con esa idea llega hasta allí Cassian Andor. Pero lo que descubre es que la Rebelión aún está en pañales. En lugar de dar con un grupo organizado y asentado, como veremos en la base de Yavin 4 en Star Wars: Ep. IV – Una nueva esperanza, lo que se encuentra son unos soldados perdidos y desesperados del colectivo neorrepublicano de Maya Pei.
Con Maya desaparecida y los suministros agotándose, los soldados asumen que Cassian es un piloto imperial por sus vestimentas. Por eso, le secuestran y le mantienen preso. Mientras tanto, discuten sin ponerse de acuerdo qué podrían hacer con él y con la nave. De hecho, ni siquiera consiguen acordar quién debe estar al mando. Andor no da crédito a lo que ve. En lugar de unos rebeldes bien entrenados y asentados, solo se ha encontrado caos y confusión. Así, cuando la tensión estalla y empiezan los disparos, en parte por el ataque de unas feroces criaturas, Cassian logra escapar en el TIE y se marcha hasta otra célula rebelde en Mina Rau.
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Esa desoladora imagen es la que los fans de Star Wars se han encontrado de Yavin 4. Ni rastro de la grandeza de la Alianza Rebelde como organización sublevada. Solo un jaleo de patrullas sin objetivos claros y con la muerte acechando en cada esquina. En definitiva, estos episodios de Andor son una muestra más de que la Alianza Rebelde es un auténtico milagro que podría haber salido mal en casi cualquier circunstancia.