Sanidad va a prohibir fumar en terrazas, transportes de uso laboral, espacios al aire libre de centros educativos, marquesinas de autobuses y salas de fiesta exteriores. En general, se prohíbe en casi cualquier lugar en el que el fumador comparta espacio con otras personas, independientemente de que sea al aire libre o no. Esto amplía muchísimo los casos que se señalaron en el primer proyecto de ley antitabaco española. En ese momento ya se habló de la prohibición de fumar en exteriores, pero solo en terrazas y poco más. 

Estos cambios deben someterse a una segunda vuelta en el Consejo de Ministros antes de pasar por el Congreso de los Diputados para su aprobación definitiva. Muchas personas se muestran absolutamente de acuerdo, mientras que otras opinan que es una exageración. ¿Pero realmente lo es?

Podríamos pensar que sí que es una medida demasiado drástica. Al fin y al cabo, al fumar en terrazas y otros lugares exteriores el humo del tabaco se diluye. Pero la realidad es que eso no hace menos peligroso el hábito. Al fumar en exteriores, las sustancias emitidas desde el cigarrillo pueden reaccionar con algunas moléculas presentes en el aire, dando lugar a compuestos aún más tóxicos. Eso hace que el humo de segunda mano al aire libre sea también muy peligroso. Por lo tanto, la medida del Gobierno de España no es para nada descabellada.

¿Por qué es malo fumar en terrazas?

Hay dos motivos por los que es peligroso fumar en exteriores. El primero es que, en realidad, el humo del tabaco, aun diluyéndose al aire libre, puede ser inhalado por otras personas a distancias considerables. Sus efectos dañinos se experimentan incluso a 4 metros. De hecho, para personas que estén en la dirección del viento, la distancia puede ser aún mayor. 

Por otro lado, el humo del tabaco puede depositarse en las superficies o las partículas presentes en el aire y, de ahí, volver al ambiente. Es especialmente preocupante lo segundo, ya que puede que algunas de esas partículas del aire sean moléculas capaces de reaccionar con los compuestos químicos del tabaco. En el caso de la nicotina, por ejemplo, cuando reacciona con el ozono o el ácido nitroso puede dar lugar a nitrosaminas específicas de tabaco. Se trata de sustancias aún más tóxicas que el propio ozono o el ácido nitroso. Incluso más que la nicotina por sí sola. 

Es cierto que las nitrosaminas también se encuentran directamente en el tabaco, pero cuando se queman y reaccionan con los compuestos del aire se generan muchas más. Dado que son sustancias con efectos cancerígenos bien conocidos, es un peligro que se formen en el aire y los no fumadores puedan inhalarlas.

Ni fumar en exteriores ni en interiores: ¿dónde se puede?

Lo que se busca con esta ley antitabaco es, básicamente, que el consumo de tabaco se restrinja cada vez más al ámbito privado. Si quieres fumar, hazlo en tu casa. 

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Si vas a fumar en exteriores, que sea sin gente cerca y donde no haya objetos en los que se pueda depositar el humo. Crédito: Freepik

Eso sí, no debemos olvidar que en casa el tabaco se sigue depositando en las superficies, por lo que si más tarde llegan personas no fumadoras pueden convertirse en fumadoras pasivas tardías. Es algo especialmente preocupante en niños. Incuso si solo convives con una mascota sigue sin ser buena idea hacerlo. Hay estudios que demuestran que el humo del tabaco es más peligroso de lo que creíamos para perros y gatos.

Todo esto debería ser un aliciente para dejar de fumar en exteriores, interiores o cualquier lugar. Si no lo haces por ti, al menos plantéate hacerlo por todas las personas que te rodean. Y por tus mascotas. Ellas nunca lo harían. 


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