ATENCIÓN: El artículo contiene SPOILERS de The Last of Us 2×01.
La segunda temporada de The Last of Us ha arrancado con un primer episodio que sienta a la perfección las bases de lo que está por venir. La serie ha presentado nuevos personajes con motivaciones muy distintas que marcarán el destino de la historia de Joel y Ellie. El segundo videojuego es aún más largo que el primero, por lo que HBO ya ha renovado su querido proyecto para una tercera temporada, confirmando que esta segunda entrega no llegará hasta el final. Pero lo que sí que ha hecho es expandir el lore de su universo televisivo. Entre otras cosas, gracias a los nuevos infectados.
En la primera temporada de The Last of Us aprendimos que la humanidad sufrió un apocalipsis cuando el hongo cordyceps fue capaz de dominar las mentes de los seres humanos y convertirlos en una suerte de zombies. En los capítulos se presentaron diferentes tipos según el estado de la infección. Los más habituales e icónicos eran los chasqueadores/clickers, aunque también apareció un gordinflón/bloater.
Ahora, sin embargo, The Last of Us ha sorprendido con una evolución muy inesperada. En su turno de patrullar los alrededores de la comunidad de Jackson, Ellie y Dina llegan hasta un edificio con un par de chasqueadores a los que eliminan fácilmente. Pero, de pronto, el personaje de Bella Ramsey cae a la plata baja. Lo que allí le espera es un nuevo tipo de infectado. Se trata de un acechador. Mucho más inteligente, espera desde las sombras, atacando con estrategia y táctica para pillar a Ellie de improvisto.


«¿Qué estás diciendo? ¿Que era lista?», le pregunta más adelante Tommy ya en la ciudad. «No como para resolver ecuaciones, pero no corrió hacia mí. Hizo como nosotros: ocultarse, planear, esperar y emboscar. Acechar», explica la protagonista de The Last of Us. De esta forma, la serie presenta un nuevo tipo de infectado que los espectadores no habían visto y que, claramente, resulta más peligroso y amenazador que los anteriores.
Los nuevos infectados de The Last of Us
En una entrevista exclusiva con Hipertextual, el cocreador de The Last of Us, Craig Mazin, nos explicaba este nuevo enfoque para los acechadores. «Esta vez profundizamos en los infectados. En la primera temporada, no es que evitáramos retratarlos. Supongo que fuimos un poco cuidadosos porque no queríamos que se convirtiera en algo así como ‘¡Ahí vienen los zombis!’. Pero en parte también se debía a que era la primera temporada. Y una vez que se establece quiénes son y por qué están ahí, realmente no hay mucho de dónde tirar. Simplemente, eran una amenaza que estaba ahí. En esta temporada vemos una evolución. Y vemos una evolución de un par de maneras diferentes a medida que avanza la temporada», comenta.


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«Pero también, al ser una segunda temporada, una de las cosas que queríamos mostrar era lo cómodos que se han vuelto los humanos viviendo en ese mundo. Porque eso es lo que hacen los humanos. Es decir, si recuerdas cuando llegó la COVID-19, el miedo que todos sentimos -y sé que fue terrible aquí en España- se debía en gran parte a que no teníamos ni idea de a qué nos enfrentábamos realmente. No sabíamos si todos íbamos a morir. Nadie lo sabía, y la incertidumbre es aterradora», prosigue Mazin, estableciendo el evidente paralelismo entre The Last of Us y la pandemia de 2020.
«Poco a poco empezamos a entender las cosas. Nos adaptamos y encontramos medicinas. Cambiamos nuestra forma de operar como sociedad. Y, sorpresa, seguimos aquí. A un gran coste, pero seguimos aquí. Bueno, ocurre lo mismo en The Last of Us. Llega el apocalipsis. Ha pasado todo este tiempo y ahora estamos en otro punto. No estamos en una zona de exclusión. No estamos acordonados. Estamos ahí fuera, en plena naturaleza. Y la gente se ha vuelto bastante experta en lidiar con ellos. Han creado esta comunidad, han construido estos muros, han salido y aprendido a eliminar estas cosas con eficacia. Ahí es cuando te metes en problemas. Cuando crees que lo tienes resuelto. Por diseño, es como si quisiéramos decir: ‘Guau, supongo que ya no les tienen miedo’. Ahí es cuando te pillan», sentencia.


Tipos de infectados
En total, The Last of Us ha presentado ya cuatro tipos de infectados en la serie. No son todos los que aparecen en los videojuegos, pero poco a poco van ampliándolo. Estos son los 4 tipos:
Corredores


Los corredores son la primera fase de la infección. El hongo solo ha dominado la mente y, como mucho, algunos aspectos del físico de su huésped humano. Pero el monstruo es aún capaz de ver y escuchar, lo que le sirve para detectar a sus presas e infectar a nuevas personas.
Chasqueadores


Los chasqueadores de The Last of Us son perfectamente distinguibles por su aspecto, ya que el hongo ha tomado todo el rostro de la persona. De esta forma, ya no pueden ver, aunque sí escuchar. Esta fase es la tercera de la infección en el videojuego, aunque la segunda en la serie. Se da en aquellos que fueron mordidos hace ya más de un año.
Gordinflones


Los gordinflones son una fase de infección en la que el hongo ha recubierto por completo el cuerpo del humano. Esto los convierte en criaturas enormes, extremadamente fuertes y resistentes. Aunque también son algo más lentos. En cualquier caso, en la temporada 1 de The Last of Us demostraron ser el enemigo más temible.
Acechadores


Los acechadores son el nuevo tipo de infectado que aparece en The Last of Us temporada 2. En el juego son la fase intermedia entre corredores y chasqueadores, pero HBO ha llevado a cabo un cambio con ellos. Se trata de una evolución diferente de los zombies para hacerlos más letales.
Otros tipos del videojuego


En los videojuegos de The Last of Us, existen más tipos de infectados que no se han visto en la serie. Uno de ellos son los tambaleantes. Estos son personas infectadas hace varios años pero que han vivido en climas húmedos y prósperos de agua. No son tan brutales como los chasqueadores ni los gordinflones, pero también son muy temibles. Y el otro tipo que falta por ver es el Rey Rata. Este solo se ha visto una vez, pero es el infectado más fuerte conocido. Está formado por varios infectados unidos en un solo cuerpo.