Las personas que tienen insomnio o dificultad para descansar suelen probar todo tipo de trucos para dormir bien. Desde las meditaciones hasta las técnicas de higiene del sueño, pasando, por supuesto, por la medicación. En esto último hay de todo: hipnóticos, ansiolíticos, antihistamínicos, melatonina… La melatonina es la que podríamos considerar más natural. Al fin y al cabo, nuestro propio cerebro también la genera para ayudarnos a dormir. Si tenemos su secreción un poco desregulada, puede venir bien consumirla de forma exógena. ¿Pero y si tuviésemos unas gafas para dormir que ayudasen a nuestro cerebro a liberarla en mayor cantidad o, al menos, cuando más se la necesita?

En realidad, no son técnicamente unas gafas para dormir, porque no se usan cuando ya estamos en la cama, sino un poquito antes. Suelen llevar un cristal naranja, que filtra las longitudes de onda más azuladas de la luz, para evitar que esta llegue a nuestra retina. Aunque también hay otra opción de gafas para dormir, que potencian la luz azul y, por lo tanto, se emplean durante el día.

La clave está en restablecer los ritmos circadianos. Y es que, a veces, para dormir bien solo necesitamos darle un poco de orden a nuestro cerebro. No estamos hechos para trasnochar ni para trabajar en turnos de noche. Todo eso puede dificultar mucho nuestra capacidad de descansar. Por eso son tan necesarias a veces las gafas para dormir.

Las claves de los ritmos circadianos para dormir bien

Los ritmos circadianos son aquellos que organizan muchos de nuestros procesos fisiológicos en periodos de 24 horas. Uno de esos procesos es claramente el sueño. Nuestro cerebro está preparado para mantenerse despierto durante el día y dormir durante la noche. Lo ideal son 7-8 horas de sueño, que a ser posible empiecen y acaben siempre más o menos a la misma hora.

Esto se ordena mediante ciclos circadianos porque se controla a través de la luz. Cuando la luz entra a través de nuestra retina, el cerebro interpreta que es de día y que, por lo tanto, debemos estar alerta. Esto se consigue poniendo en marcha varios mecanismos, en los que destaca la inhibición de la liberación de la melatonina, una hormona que nos ayuda a conciliar el sueño. 

Por otro lado, a medida que anochece, llega cada vez menos luz a nuestra retina, por lo que poco a poco esa inhibición va desapareciendo y la melatonina puede volver a liberarse. Ocurre de forma progresiva. O al menos debería, ya que las luces artificiales no nos lo ponen fácil. 

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No es buena idea usar el móvil antes de dormir. Crédito: Freepik

Ojo con la luz azul

Como ya hemos visto, la luz azul es la que más se parece a la solar y, por lo tanto, la que más inhibe la liberación de melatonina. Las pantallas de los dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles o tabletas, suelen tener este tipo de luz. Por lo tanto, si pasamos mucho tiempo usándolos por la noche nos costará más conciliar el sueño. Ocurre lo mismo si estamos en una habitación muy iluminada, con luces muy blanquecinas, hasta justo antes de dormir. Todo esto nos hace generar menos melatonina y nos impide dormir bien. Es aquí donde entran en juego las gafas para dormir.

¿Qué es lo que hacen las gafas para dormir?

En realidad, las gafas para dormir suelen ser unas gafas con cristales naranjas, que filtran la luz azul para que no nos impida liberar melatonina. Suelen usarse a partir del atardecer, de manera que nuestro cerebro, incluso si estamos dentro de casa y con luces artificiales, se va adaptando a los ritmos circadianos. Es muy útil para personas con trabajos por turnos o que realizan viajes largos en avión. En este último caso, no solo les ayuda a conciliar el sueño. También se reduce el jet lag. 

Sin embargo, para las personas que trabajan por turnos y tienen sus ritmos circadianos totalmente desregulados, también puede ser útil el uso de gafas de luz azul que marquen bien los momentos de vigilia. Son menos habituales, pero existen.

Solo deben ser un último recurso

¿Significa esto que todos necesitamos gafas para dormir bien? Ni muchísimo menos. En realidad, si procuramos usar bombillas de luz cálida en el dormitorio y evitamos las pantallas antes de dormir, el efecto debe ser más o menos el mismo. También ayuda mucho tener una rutina de sueño. Ir a la cama siempre más o menos a la misma hora y lo mismo para levantarnos. 

gafas para dormir biengafas para dormir bien
Suelen ser gafas con cristales anaranjados. Crédito: Freepik

Las gafas para dormir son un último recurso para quienes no encuentran otra manera de dormir bien, pero hay otras muchas formas de regular los ritmos circadianos. No es necesario solucionarlo todo a base de gadgets. 

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