El cáncer de colon siempre se ha asociado principalmente a personas mayores. Aunque cuenta con cierto componente genético, también está muy influenciado por el ambiente, de modo que la mayoría de casos se daban por mutaciones acumuladas a lo largo de los años. Sin embargo, en las últimas décadas se ha observado un gran incremento de diagnósticos en pacientes menores de 50 años. El motivo de este curioso cambio ha sido todo un misterio. Sobre todo por el hecho de que, aun ocurriendo en todo el mundo, se reparte de forma bastante heterogénea en el planeta. Ahora, sin embargo, un equipo internacional de científicos, liderado por el español Marcos Díaz-Gay, ha dado con una interesante explicación. Según su investigación, podría deberse a una toxina bacteriana contraída durante la infancia. 

El estudio, en realidad, no tenía como objetivo analizar la influencia de esta toxina bacteriana. Estos científicos, procedentes de la Universidad de California San Diego, el Welcome Sanger Institute de Reino Unido y la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la OMS, estaban analizando la distribución geográfica de estos casos de cáncer de colon en jóvenes. Querían saber por qué el reparto es tan heterogéneo entre unos países y otros. Para ello, recurrieron a la bioinformática y la Inteligencia Artificial, la especialidad de Díaz-Gay. Analizaron computacionalmente las mutaciones genéticas de pacientes con cáncer colorrectal y, voilá, descubrieron que las mutaciones asociadas a la contracción de una toxina bacteriana durante la infancia eran más de 3 veces más abundantes en pacientes menores de 40 años. Todo eso en comparación con los mayores de 70.

Esto no solo les hizo cambiar el rumbo de su investigación. También les ha dado un hilo del que tirar para tratar de prevenir, diagnosticar y tratar estos casos de cáncer de colon en personas jóvenes. Aunque también en mayores, por supuesto.

Cada vez más personas jóvenes con cáncer de colon

Se calcula que, en los últimos 20 años, los casos de cáncer de colon en personas menores de 50 años se han duplicado cada década. Sin embargo, este reparto ha sido bastante heterogéneo. Por ejemplo, es especialmente llamativo en países de altos ingresos. Eso podría llevar a pensar que tiene que ver con el estilo de vida de sus habitantes. Sin embargo, hay excepciones que llaman la atención. Justamente España es una de ellas. Y es que, si bien es el cuarto país con más incidencia de cáncer de colon en personas mayores de 50 años, después de Japón, Holanda y Dinamarca, no ha experimentado tal aumento en jóvenes.

Este es uno de los datos intrigantes que llevó a los autores del estudio que se acaba de publicar en Nature a indagar en profundidad. 

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Caracterización geográfica, clínica y molecular de la cohorte de cáncer colorrectal. Díaz-Gay et al.

¿Y cómo lo hicieron?

Analizaron el genoma de 981 pacientes con cáncer colorrectal, procedentes de 11 países diferentes. El objetivo era buscar las mutaciones que más se repiten para determinar patrones que, de algún modo, pudieran asociarse al aumento de casos en jóvenes y su heterogeneidad a lo largo del mundo.

Vieron que había una mutación especialmente abundante. Esta se asocia con una toxina llamada colibactina, producida por algunas cepas de Escherichia coli. Dado que es una bacteria que normalmente vive en el colon, no es nada raro que exista esa relación. Pero hay algo que llamó especialmente la atención de estos científicos: los casos de cáncer de colon en jóvenes eran mucho más elevados cuando las mutaciones comenzaban a desarrollarse antes de los 10 años.

Ahora queda determinar el origen de esa toxina bacteriana

Con estos datos, queda claro que los niños que contraen la infección por estas cepas de E.coli antes de cumplir los 10 años tendrán un riesgo mayor de desarrollar cáncer de colon antes de los 50 años. El motivo es que la toxina bacteriana colibactina tiene la capacidad de alterar el ADN. ¿Pero cómo se contrae la infección con esas cepas concretas de la bacteria?

Estos científicos vieron también que había firmas genéticas asociadas a la toxina bacteriana que eran características de un país. Por ejemplo, lo detectaron en Argentina, Brasil, Colombia, Rusia y Tailandia. Esto podría indicar que, según el país, la exposición a la colibactina es diferente. No obstante, de momento no han podido determinar cómo se da esa exposición.

Será necesario seguir investigando. Al menos, ya tenemos respuestas a esa pregunta que tantos años lleva rondándonos la cabeza. ¿A qué se debe la epidemia de casos de cáncer de colon en personas jóvenes? Responderla puede ayudarnos a encontrar soluciones. Eso es lo más importante. 

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