Si pensamos en una lluvia de estrellas, la primera que nos viene siempre a la mente, al menos en el hemisferio norte, es la de las perseidas. En esta zona del globo, ocurre en pleno verano, en el mes de agosto, por lo que el tiempo es bastante propicio para pasar la noche al raso. En el hemisferio sur pasa lo mismo con las gemínidas de diciembre. Ambas son lluvias especialmente intensas, con muchos meteoros por hora. Pero hay otra que también es muy intensa y a la que le prestamos mucha menos atención. En realidad hay varias, pero hoy toca hablar de una de ellas: las líridas.
Esta lluvia de estrellas suele tener su pico máximo en torno a la noche del 21 al 22 de abril. A veces da lugar a potentes tormentas de meteoros. No ocurre siempre, pero incluso en el peor de los casos suele haber tasas de alrededor de 20 meteoros por hora. Muy mal se tiene que dar la situación para que no veamos nada.
Es cierto que esta noche la Luna estará menguando, todavía con alrededor de la mitad visible, por lo que habrá algo de luz que entorpecerá el espectáculo. No será idóneo, pero sí igualmente bonito. Si te alejas de la contaminación lumínica, seguro que puedes disfrutar de las luces surcando el cielo.
¿De dónde vienen las lluvias de estrellas?
Como la mayoría de las lluvias de estrellas, las líridas son restos de escombros de un cometa con los que la Tierra se encuentra regularmente en su viaje alrededor del Sol. En su caso, el cometa en cuestión es el Thatcher, descubierto en 1861.
Este cometa tiene un periodo muy largo, de 415 años. Es decir, ese es el tiempo que tarda en dar una vuelta completa al Sol. Por lo tanto, aunque haya un punto en el que las órbitas se cruzan y nos encontramos con sus escombros, ver el cometa es mucho más complicado.
Otra peculiaridad de las líridas es que dan lugar a una intensa tormenta de meteoros, con hasta 100 por hora, cada 60 años. La próxima tendrá lugar en 2042. Aun así, hasta entonces nos dejará muchos y muy buenos espectáculos.


¿Cómo podemos ver las líridas?
Para ver las líridas basta con buscar un lugar alejado de la contaminación lumínica y fijar la vista en el cielo durante el tiempo suficiente para que los ojos se acostumbren a la oscuridad. La radiante de esta lluvia de estrellas; es decir, el punto del que parece que nacen, es la constelación de Lyra. Sin embargo, se pueden ver en cualquier punto del firmamento. Será mejor buscarlas temprano en la noche, antes de que la Luna esté alta en el cielo, pero más allá de eso no es necesario tener en cuenta muchas recomendaciones.
En el peor de los casos, seguro que vemos alguna que otra estrella fugaz interesante. Pero puede que veamos algo más. Se sabe que las líridas tienen la capacidad de albergar bólidos. Estos son meteoros especialmente luminosos, con un aspecto similar a bolas de fuego. También pueden originar trenes de meteoritos, donde queda un rastro de gas en el cielo un ratito, antes de apagarse por completo.
Habrá mucho que ver, así que no te olvides de salir esta noche a echar un vistazo. No hay mejor forma de abrir boca con las perseidas que con esta maravillosa lluvia de estrellas de primavera.