Qué es el rodio: el metal más caro del mundo

Cómo se extrae el rodio, uno de los motivos de su alto precio

Encontrar rodio no es tarea fácil. Para empezar, está presente en muy pocos países del mundo. El principal exportador es Sudáfrica, que controla aproximadamente el 80 % de la producción de este metal, seguido por Rusia, Alemania, Bélgica, Zimbabue, Estados Unidos, Canadá y Venezuela, entre otros, los cuales se reparten el 20 % restante de las exportaciones. Como curiosidad, quizá te interesará saber que en España hay algunas zonas como en la serranía de Ronda (Málaga) y en el Complejo Ortegal (Galicia) donde se han encontrado rocas con este mineral. El problema es que no son explotables, por lo que no se puede obtener rodio de ellas.

Para entender bien qué es el rodio, es importante saber que no se extrae como tal. Es un subproducto de la minería, lo que significa que se obtiene tras aplicar ciertos procesos a los materiales extraídos. En Sudáfrica, por ejemplo, se obtiene a partir de las extracciones de las minas de platino, mientras que en otros lugares como Rusia procede de las del níquel.

El siguiente factor a tener en cuenta es su formación El rodio surge de magmas de más de 250 kilómetros de profundidad que llegan a la corteza terrestre, donde colisionan formando sulfuros y óxidos de cromo que concentran el rodio y otros elementos como el platino, el paladio, el osmio, el iridio y el rutenio.

La concentración del rodio, sin embargo, es tremendamente escasa, por lo que se necesita procesar una gran cantidad de material extraído para obtener rodio puro, lo que encarece el proceso aún más. Para que te hagas una idea, difícilmente se superan los 0,001 gramos de rodio por tonelada de roca procesada. El único lugar conocido del mundo que ofrece una concentración mayor de este material es Bushveld (Sudáfrica), la capital del rodio, donde se puede obtener entre 0,5 y 10 gramos por tonelada de roca. Como ves, no es casual que sea justo aquí donde se concentra la mayor industria de extracción de este metal.

Aunque pueda parecerlo, hallar rodio no es tan sencillo como dragar piedras como si se tratara de cribar oro en un río. Primero, toda la roca se debe moler y proceder para extraer o separar todos los metales que contenga (platino, oro, plata, níquel…) Los sobrantes son derretidos mediante procesos químicos hasta obtener una especie de solución acuosa que contiene sulfato de rodio, el cual se debe precipitar, redisolver y varios procesos químicos más hasta obtener el rodio puro, tal y como lo conocemos.

Ver fuente