La inteligencia artificial es capaz de escribir un libro largo y que tenga sentido. Puede hacer ilustraciones con el estilo de cualquier pintor o ilustrador. Es capaz de ganar partidas de ajedrez y de manejar un brazo robótico para operar a alguien, incluso a miles de kilómetros de distancia. Sin embargo, no es capaz de describir una flor.

Esta es la conclusión de un estudio recién publicado por científicos de la Universidad Estatal de Ohio. En él se analiza la capacidad de los grandes modelos de lenguaje para describir distintas palabras típicas de nuestro lenguaje. Hecho esto, se comparan sus descripciones con las realizadas por humanos.

Así, se observa que la IA es muy buena describiendo conceptos que no tienen nada que ver ni con los sentidos ni con el movimiento. Sin embargo, cuando alguno de estos entra en juego, no tiene nada que hacer frente a la capacidad descriptiva de un ser humano. Es cierto que nos viene mucho mejor una IA que sepa operar a corazón abierto que una que conozca cómo describir una flor. Pero si la Inteligencia Artificial no interpreta el mundo como lo hacen los humanos puede que tampoco pueda comunicarse adecuadamente con nosotros y eso puede terminar siendo un problema. Esta es una señal de que aún hay mucho que mejorar en los grandes modelos de lenguaje. Algo tan simple y a la vez tan complejo como la descripción de una flor.

Más de 4.000 palabras para poner a prueba a la IA

Para la realización de este estudio sus autores recopilaron una lista de 4.442 palabras, que tuvieron que ser descritas con todo lujo de detalles tanto por un gran modelo de lenguaje como por seres humanos. Después, las descripciones aportadas se evauaron con base en dos normas. Las primeras son las normas de Glasgow, que utilizan  nueve parámetros para medir un concepto, entre los que se encuentran la excitación, la concreción y la capacidad de imagen. Es decir, se analiza si una palabra se ha descrito de forma excitante y concisa, a la vez que se comprueba la posibilidad de dibujarla o representarla con la descripción dada. 

paseo por el campopaseo por el campo
La IA puede leer mucho, pero no conoce lo que es pasear entre flores. Crédito: Vitola Klein (Unsplash)

Por otro lado se usaron las normas de Lancaster, que estudian la información de dicha palabra a partir de datos sensoriales.

Las palabras utilizadas fueron de todo tipo, desde flor a columpio, pasando por algo más abstracto, como humor. Los algoritmos de IA fueron especialmente eficientes a la hora de describir palabras sin relación con los sentidos o el movimiento. Sin embargo, cuando uno de estos dos factores estaba implicado, sus puntuaciones eran mucho peores que las de los humanos.

La autora principal del estudio, la psicóloga Qihui Xu, explica en un comunicado que la IA no puede describir de forma concreta una flor, porque no sabe lo que es olerla, tocar sus pétalos o pasear por un prado repleto de ellas. En realidad, la IA solo es capaz de describir algo basado en palabras o imágenes. Puede analizar en segundos muchísima más información de la que nosotros podríamos leer en años. De ahí puede sacar que la flor huele bien o que tiene un tacto agradable. Pero no puede describirlo adecuadamente, porque no lo ha sentido.

Inteligencia Artificial, Apple MLXInteligencia Artificial, Apple MLX
La IA debe mejorar en estos aspecto para comunicarse con los humanos.

Esto es más útil de lo que parece

Ya hemos visto que la Inteligencia Artificial debería interpretar el mundo como nosotros para que nos podamos comunicar de la forma más eficiente posible. Por eso, este tipo de estudios indican que en un futuro será necesario invertir en robótica, para solucionar sus carencias motoras, y en sensores capaces de aportar información sensorial.

Si no, no importa que la IA pueda leer mucho más de lo que nosotros leamos en nuestras vidas o que sea capaz de robar (al fin y al cabo lo que hace es eso) la información visual de miles de pintores e ilustradores.  Mientras no haya sido capaz de oler un ramo de rosas, saborear un café recién preparado o pasear descalza sobre la arena, nosotros seguiremos ganando.


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