Desde su estreno en 2011, Black Mirror marcó un hito en la ciencia ficción contemporánea. Con su punto de vista retorcido, malévolo y a menudo tenebroso acerca del impacto de los nuevos medios, la tecnología y el futuro, explora en una variedad de temas complicados. Por un lado, cómo todo lo anterior puede impactar en el ser humano, la ética y la cultura de las próximas décadas. Al otro lado, como ese porvenir cada vez más amoral y violento, puede convertir en realidad hasta la peor de las distopías.

Lo cierto, es que el creador Charlie Brooker logró que la serie, que comenzó como un ejercicio provocador, se convirtiera en una reflexión pesimista sobre la sociedad actual. Una, además, que se ha hecho cada vez más precisa cuando pareciera mostrar las dimensiones de mundo en que la tecnología supone una herramienta deshumanizante. En especial, porque de temporada en temporada, la producción se ha vuelto cada vez más oscura y desesperanzadora. De ser una burlona visión del mal contemporáneo, a indagar en la decepción de una generación. Nada falta en esta obra destinada a dejar huella.

Para demostrarlo, te dejamos los diez mejores capítulos de la serie hasta la fecha. Un recorrido a través de sus premisas más duras, escandalosas y algunas divertidas. Pero siempre, enfocadas en la capacidad de Black Mirror para hacer que el público se cuestione acerca de la realidad y de lo que puede ocurrir en una cultura hipertecnificada. Todos tópicos en los que sus mejores episodios exploran a conciencia y siempre, a partir de un punto de vista original que no deja de sorprender. El punto más relevante de la serie.

Playtest (episodio 2, temporada 3)

Cooper (Wyatt Russell de Falcon y el Soldado de Invierno), acepta una sospechosa oferta para probar un avanzado juego de terror de realidad inmersiva. Lo que no sospecha es que, a la vez, explorará en su subconsciente para hacer realidad sus peores miedos y pesadillas. 

El segundo capítulo de la tercera temporada de Black Mirror, lleva la idea de la manipulación mental al siguiente nivel. Pero mucho más, indaga sobre el miedo a que la tecnología invada la mente humana hasta convertir a la realidad en indistinguible de una confeccionada de manera artificial. Dirigido por Dan Trachtenberg, es un episodio memorable con un inesperado giro final. 

Joan Is Awful (episodio 1, temporada 6)

Escrito por Charlie Brooker y dirigido por Ally Pankiw, el capítulo es una burla a la telerrealidad a un nivel morboso que sorprende por sus alcances. Joan (Annie Murphy), despierta un día solo para comprobar que sus peores momentos forman parte de una serie de una plataforma sospechosamente parecida a Netflix. 

Mucho peor, que se trata de un fenómeno que ocurre, debido a las letras pequeñas de un contrato que implica total control de la narrativa de su vida. La trama avanza con rapidez hacia preguntas acerca de la identidad, el control de la información y el miedo a ser objeto de atención colectiva. Todo en clave de retorcida burla acerca de la actual obsesión por el contenido basado en la vida real. 

Nosedive (episodio 1, temporada 3)

Ambientada en un futuro distópico en que la vida se rige por los puntos de reputación e influencia social que puedan acumularse, es una retorcida mirada a las redes sociales. Por supuesto, en un escenario en apariencia exagerado, en el que Lacie (Bryce Dallas Howard), intenta sobrevivir. Eso, luchando por ser la persona más agradable, imaginable y digna de la adoración de quienes le rodean. 

Todo se volverá peor, cuando Lacie descubra que ser siempre objeto de afecto público no es sencillo. Y que, de hecho, puede volverse mortal. Escrito por Michael Schur y Rashida Jones, la trama se vuelve más claustrofóbica. Algo que acentúa el engañoso ambiente idílico que brinda al episodio la dirección de Joe Wright.

White Bear (episodio 2, temporada 2)

El que es considerado uno de los capítulos más aterradores de la antología, cuenta la historia de una mujer anónima (Lenora Crichlow), que intenta escapar de una muerte sangrienta. Eso, sin saber qué ha provocado la violencia de los que la persiguen y el motivo por el cual se ha convertido en víctima. Mucho peor, cuando gradualmente, es evidente que se trata de un castigo. Solo que no recuerda la causa por la que lo merece.

El capítulo, escrito por Charlie Booker y dirigido por Carl Tibbetts, tiene mucho de película de zombis, aunque en realidad, es más cercano a la distopía. Paso a paso y mientras la mujer descubre lo que se esconde detrás de la cacería humana que terminará por cobrar su vida, la trama explora en la depravación y la ética. Un argumento brillante, quizás con el mejor final de cualquier otro episodio de la serie. 

Ver fuente