Hafþór Júlíus Björnsson, el actor que interpretó a la Montaña en Juego de Tronos, no tuvo que disfrazarse ni hacer un entrenamiento fuera de lo normal para convertirse en el personaje, pues él ya de por sí venía con mucha fuerza y un cuerpo enorme. De hecho, en la vida real es atleta profesional y no para de batir un récord detrás de otro.
Su especialidad es el peso muerto, una disciplina en la que comenzó a batir récords en 2020. Fue entonces cuando alcanzó su primera gran hazaña al levantar 501 kg, un kilo más que el anterior campeón, Eddie Hall.
Pero la Montaña de Juego de Tronos no se quedó ahí. Este mes de julio batió su propio récord, con 4 kg más. Y ahora, en septiembre, ha demostrado que su fuerza no tiene límites y ha subido otros 5 kg, alcanzando ya los 510 kg en peso muerto. Lo ha hecho en el Campeonato Mundial de Peso Muerto, por lo que queda claro que Björnsson, además de actor, es todo un campeón del mundo.
¿Quién es Hafþór Júlíus Björnsson, además de la Montaña de Juego de Tronos?
Hafþór Júlíus Björnsson nació en Reikiavik, la capital de Islandia, en 1988. Comenzó su carrera como deportista en el baloncesto. Sin embargo, 4 años después lo abandonó debido a la acumulación de lesiones. Pero no dejó el deporte. De hecho, fue ahí donde empezó su verdadero cambio físico. Siguió entrenando su fuerza, una cualidad que, sin duda, tenía la capacidad de resaltar.
Esto le llevó a presentarse a varios campeonatos para demostrar ser el hombre más fuerte del mundo o de Europa. Compitió entre 2011 y 2015. Curiosamente, no logró hacerse con el primer puesto a hombre más fuerte del mundo, aunque sí que ganó en otros concursos similares. Pero, sin duda, cuando comenzó a destacar como atleta de fuerza fue en 2015, cuando rompió un récord milenario. Logró levantar tanto peso como el que se considera el vikingo más fuerte del mundo, Ormur hinn sterki Stórólfsson. Björnsson alcanzó el récord levantando pesas. Stórólfsson, según una leyenda nórdica de más de 1.000 años, lo hizo cargando a su espalda el mástil de un barco. El vikingo se acabó rompiendo la espalda. Por suerte la Montaña de Juego de Tronos tenía más técnica y no se lesionó en el intento. Al menos que sepamos.


A pesar de aquella gran hazaña, sus verdaderos grandes récords a nivel profesional llegaron con el peso muerto, como ya hemos adelantado. Ha demostrado tener una fuerza casi sobrehumana. Y es que, por mucho que se entrene, no todo el mundo tiene las cualidades físicas necesarias.
La ciencia detrás de la fuerza descomunal
Hay dos tipos de fuerza descomunal. Una muy interesante es la que se conoce como fuerza histérica, que se da en situaciones extremas. Por ejemplo, cuando un padre que aparentemente no tiene una fuerza fuera de lo normal levanta un coche para salvar a su hijo atrapado. Esto se explica con el hecho de que los humanos normalmente no usamos toda la capacidad muscular que tenemos. Normalmente lo hacemos para reservar energía. ¿Por qué íbamos a invertir toda nuestra energía en levantar una bolsa de basura o un bolígrafo que se ha caído al suelo? A veces sí que lo intentamos. Por ejemplo, al cargar un saco de cemento o levantar pesas en el gimnasio. Sin embargo, en esos caso la fatiga nos impide también usar toda nuestra energía disponible.
En cambio, en una situación de amenaza, nuestro cerebro se pone en marcha, retirando energía de procesos que realmente no la requieren y dedicándosela a nuestros músculos para luchar o huir. La respuesta de lucha o huida es un proceso que mantenemos a nivel evolutivo, por el cual nos preparamos para cualquiera de esas dos opciones en una situación de peligro. A veces se lleva al extremo, ya que nuestro cuerpo se pone en alerta cuando realmente no pasa nada. Es lo que ocurre cuando tenemos ansiedad. Pero, dejando eso a un lado, la respuesta de lucha o huida puede permitir en casos extremos que se dirija a los músculos una cantidad de energía suficiente para alcanzar una fuerza sobrehumana.


Pero no todo va a ser fuerza por situaciones de alerta. Se ha comprobado que los atletas sometidos a entrenamientos de resistencia extrema llegan a liberar una gran cantidad de adrenalina. Justamente la adrenalina es una de las hormonas que intervienen en los sistemas de lucha o huida. Por eso, aun sin haber una amenaza, el efecto puede ser parecido.
Lógicamente, los músculos también cuentan
En 2024 se publicó un estudio en el que se analizaban los músculos de Eddie Hall, el atleta al que Hafþór Júlíus Björnsson superó en peso muerto. Básicamente, se vio que sus entrenamientos extremos han llevado el tamaño de sus músculos por encima de las posibilidades de la mayoría de los mortales. Por ejemplo, los músculos que unen la rodilla con la pelvis, el sartorius, el gracilis y el semitendinoso, son 3 veces más grandes que la media de los hombres que no entrenan fuerza. En cuanto a sus cuádriceps e isquiotibiales, son el doble de grandes.
Lógicamente, al entrenar crecen, pero normalmente no tanto. Las personas como Eddie Hall y Hafþór Júlíus Björnsson tienen unas condiciones muy excepcionales que les permiten superar al más fuerte de los vikingos. Al menos, levantar pesas es una forma de demostrar fuerza bastante más inocua que hundirle a alguien los ojos en las cuencas. A estas alturas ya no es spoiler, ¿no?