La NASA ha anunciado la detección de una serie de posibles biofirmas que indicarían la existencia de vida en Marte, ya sea en el pasado o en el presente. Esta es una noticia reciente que está dando la vuelta al mundo, ¿pero verdad que suena un poco a dèja vu? La realidad es que la NASA, así como otros científicos y agencias espaciales, llevan mucho tiempo haciendo anuncios de este tipo. Por lo general lo hacen con cautela, sin olvidarse de conjugar los verbos en condicional. Sin embargo, a veces los medios de comunicación y nuestras esperanzas de vivir un momento histórico (e inocuo) nos hacen leerlo con algo menos de prudencia. Por eso, cuando finalmente se demuestra que los hallazgos no tenían relación con la vida en Marte, nos venimos un poco abajo. Ahora bien, ¿qué es lo que pasa? ¿Por qué todo acaban siendo falsas alarmas?

Generalmente, cuando se anuncia que se han encontrado posibles rastros de vida en Marte suele debeser a la presencia de moléculas orgánicas. Estas son las moléculas que componen los seres vivos. Pueden ser, por ejemplo, producidas por el metabolismo microbiano. Porque sí, si alguna vez se encuentra en vida en Marte, lo más probable es que sean microorganismos en vez de hombrecillos verdes.

Simplemente encontrar microorganismos ya sería una gran noticia. Esa que llevamos tanto tiempo esperando. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las moléculas orgánicas también se pueden producir por reacciones abióticas, como las que tienen lugar en algunos procesos geológicos. Es por eso por lo que las noticias como la que acaba de dar a conocer la NASA deben tomarse siempre con pinzas. Puede que esta vez sea la buena, sí, pero también es probable que siga sin serlo. ¿Qué pasa entonces? ¿Hay alguna razón por la que las posibles biofirmas se acaban descartando siempre?

La larga historia de la búsqueda de vida en Marte

Corría el siglo XVII cuando algunos científicos, usando sus telescopios, encontraron lo que parecían rastros de hielo en Marte. Más tarde, en 1781, el astrónomo William Herschel confirmó que esos curiosos rastros posiblemente provenían de agua congelada y que, por lo tanto, Marte podría albergar alguna forma de vida. Al fin y al cabo, el agua es uno de los ingredientes indispensables para la existencia de vida.

William y Caroline Herschel. William y Caroline Herschel.
William y su hermana Caroline Herschel hicieron grandes hallazgos con sus telescopios. Crédito: Wikimedia Commons.

Fue necesario que la ciencia avanzara muchísimo para que, ya en el siglo XX, se lanzaran a Marte las primeras misiones no tripuladas que traerían datos mucho más específicos sobre el planeta rojo. Se confirmó la existencia de hielo, pero también la presencia de zonas erosionadas por lo que posiblemente en algún momento fueron ríos de agua líquida. Podría haber existido vida en Marte o incluso existir todavía. Pero también hacían falta moléculas orgánicas. Estas están compuestas principalmente por carbono e hidrógeno, aunque también pueden tener otros elementos, como el oxígeno, el azufre o el nitrógeno. Como ya hemos adelantado, pueden ser el resultado tanto de procesos biológicos como no biológicos. No obstante, son tan abundantes en los procesos biológicos que encontrarlas siempre es motivo de esperanza.

Los grandes avances del siglo XXI

Ya en el siglo XXI se enviaron dos grandes titanes de la búsqueda de vida en Marte: los rovers Curiosity y Perseverance. 

El primero hizo su primer gran hallazgo en 2018. Descubrió, entre otros parámetros interesantes, que los niveles de metano en la atmósfera marciana cambiaron de forma estacional durante 3 años marcianos. A menudo el metano resulta del metabolismo de los microorganismos, por lo que no tardaron en surgir las primeras noticias marcadas de optimismo: Curiosity había encontrado posibles signos de vida en Marte.

Sin embargo, el metano también puede producirse mediante procesos geológicos y lo más probable es que este fuese el caso, pues no se logró encontrar ninguna otra prueba que apoyase esa hipótesis. 

Solo un año después, un ex científico de la NASA, Gilbert V. Levin, hizo unas declaraciones de lo más sorprendentes. Según explicó en un artículo para Scientific American, en realidad su agencia ya encontró vida en Marte muchos años atrás. Contó que fue en un experimento que formaba parte de la misión Viking, en 1970.

Dicho experimento consistía en depositar nutrientes en el suelo y comprobar si se producían gases resultantes de su descomposición microbiana. Después, para asegurar que no fuese casualidad, repetirían el proceso, pero añadiendo al suelo una sustancia letal para organismos vivos. En ese caso, no se deberían producir los gases. Los resultados fueron los esperados si hubiese vida en Marte. Sin embargo, según cuenta Levin, no salieron a la luz, porque la NASA no logró replicarlos. Se concluyó que habría sido una reacción química abiótica y que no era una señal de vida marciana. Sin embargo, Levin seguía sosteniendo que, para él, sí que encontraron dicha vida.

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La mayoría de hallazgos se han hecho con Curiosity o Perseverance. NASA

Seguimos con Curiosity…

Unos años después, el Curiosity volvió a la carga. Esta vez, al analizar muestras extraídas del cráter Gale entre 2012 y 2021 descubrieron isótopos de carbono que podrían significar la presencia de vida llevando a cabo algo parecido al ciclo del carbono que tiene lugar en la Tierra. Este es un ciclo por el cual el carbono presente en nuestro planeta se va moviendo entre fuentes inertes y organismos vivos. Por ejemplo, del suelo a las plantas. Lamentablemente, aunque en un principio se vio como una posible señal de vida en Marte, había muchas más opciones abióticas que explicarían su presencia.

Y viajamos a 2025. En marzo de este año, Curiosity encontró la cadena de carbonos más larga hallada hasta el momento en Marte. Aunque las moléculas con carbono suelen estar más asociadas con organismos vivos, también pueden encontrarse en fuentes inertes. Sin embargo, cuando son cadenas muy largas de carbono se suelen relacionar con organismo vivos. La presencia de esta cadena tan larga podría significar que hay vida en Marte. Pero también podría tener un origen que nada tenga que ver con ella. Tampoco es una cadena tan larga como para que sea imposible que su origen no sea la vida en Marte. 

¿Qué ha encontrado la NASA ahora?

Esta vez no ha sido Curiosity el rover responsable del hallazgo, sino Perseverance. Se han detectado una serie de rocas en el cráter Jezero con carbono orgánico y texturas que podrían relacionarse con firmas biológicas. Estas últimas son nódulos y una especie de marcas, llamadas marcas de leopardo, que se parecen mucho a algunas marcas resultantes de procesos biológicos sucedidos aquí en la Tierra.

Pero, de nuevo, la NASA insiste en que no se puede asegurar que haya vida en Marte con este hallazgo. Es interesante y da un hilo del que tirar, pero se ha tirado muchas veces del mismo hilo y siempre se acaba rompiendo.

Rocas halladas por la NASA en el cráter Jezero. Rocas halladas por la NASA en el cráter Jezero.
Rocas halladas por la NASA en el cráter Jezero. Crédito: NASA.

¿Por qué es tan difícil encontrar vida en Marte?

Puede que a los humanos nos cueste tanto encontrar vida en Marte simplemente porque no la haya. No obstante, hay estudios que señalan cuáles pueden ser los posibles motivos. Uno de los más curiosos se publicó en 2023. En él se mostraron los resultados de emplear en el desierto de Atacama algunas de las herramientas más punteras de búsqueda de vida en Marte. Este desierto, ubicado en Chile, es uno de los principales análogos marcianos que tenemos en la Tierra. Tiene muchas características en común con el planeta rojo, con la diferencia de que está clarísimo que sí tiene vida. Sin embargo, las herramientas analizadas no dieron todas las biofirmas que deberían haber encontrado.

Esto significaría que, quizás, no se ha encontrado vida en Marte porque aún no tenemos las herramientas. Mientras tanto, habrá que seguir soñando con que las falsas alarmas algún día dejen de serlo. No sabemos cuándo ocurrirá; pero, si llega el día, seguro que será muy emocionante. 

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