El nuevo MacBook Pro M5 viene sin cargador. Lógicamente, la polémica está servida, y aunque es algo que afecta a los usuarios europeos, muchos se están anticipando a echarle la culpa a Apple… o a la Unión Europea. Lo cierto es que puede que Apple haya sido la primera en poner en marcha esta práctica en equipos como los portátiles (que tienen requerimiento de carga diferente a los del iPhone), pero desde luego no será la única.
Si bien los nuevos Mac vienen sin cargador, Apple ha rebajado el precio del equipo en unos 100 euros, por lo que teniendo en cuenta que el cargador oficial cuesta unos 65 euros, lo cierto es que más allá de tener que comprar uno nuevo, los usuarios salen ganando en cuanto al precio. Dejando de lado de si es más cómodo o no incluir el cargador en la caja, más allá del precio del mismo, lo cierto es que, aunque Apple no lo diga directamente, todo tiene que ver con la normativa europea, pero no como muchos creen.
La realidad es que la Unión Europea no obliga a Apple ni a ningún fabricante a quitar el cargador de caja. Las empresas puedes excusarse lo que quieran en la sostenibilidad, pero la normativa comunitaria es bastante explícita en cuanto a las obligaciones que tiene las compañías a este respecto.
Todo tiene que ver con el USB-C. La Unión Europea obliga a que todos los productos nuevos que lleguen al mercado común ofrezcan carga mediante este estándar, pero no lo limita: si un fabricante, como pasa con Apple, quiere incluir un sistema alternativo (en este caso MagSafe) es libre de hacerlo, siempre y cuando ofrezca USB-C:
No se prohíbe el uso de otros receptáculos siempre que los dispositivos radioeléctricos cubiertos estén también equipados con el receptáculo USB tipo C descrito en la norma EN IEC62680-1-3 (como se contempla en el anexo I bis).
¿Y en qué dispositivos?
- los teléfonos móviles,
- las tabletas y los libros electrónicos,
- las cámaras digitales y las videoconsolas,
- los cascos, los auriculares internos y los altavoces portátiles,
- los ratones y teclados inalámbricos,
- los sistemas portátiles de navegación.
Y lo que nos importa: en todos los ordenadores portátiles (como el caso del MacBook Pro) 40 meses después de la entrada en vigor de la Directiva.
Apple no está obligada a quitar el cargador. Tampoco a incluirlo


Esto nos lleva al siguiente punto. La de incluir o no el cargador (el brick) en la caja. Europa no obliga a los fabricantes a que sus productos no incluyan el cargador. Solo a que sean USB-C, que cumpla con las especificaciones que prevé la regulación sobre Radio Equipment Directive 2022/2380 (RED) de la Unión Europea, y que se informe al usuario de forma clara en la caja de si se incluye o no el cargador. Solamente obliga a que el usuario tenga la opción de elegir comprar el producto con o sin cargador:
Cuando un agente económico ofrezca a los consumidores y demás usuarios finales la opción de adquirir el equipo radioeléctrico cubierto junto con un dispositivo de carga (fuente de alimentación externa), también deberá ofrecerles la opción de adquirir dicho equipo radioeléctrico sin ningún dispositivo de carga. Por tanto, los consumidores podrán adquirir un nuevo dispositivo electrónico sin un nuevo dispositivo de carga.
Los agentes económicos deben velar porque la información sobre si se proporciona o no un dispositivo de carga junto con el equipo radioeléctrico cubierto se muestre de forma gráfica mediante un pictograma accesible y de fácil comprensión
Es más, para evitar las confusiones, la Unión Europea tiene un documento bastante bien explicado de preguntas y respuestas con los diferentes aspectos regulatorios para usuarios y agentes económicos, de cara que no haya confusión de ningún tipo.
Así que no, la Unión no obliga a Apple a incluir o no cargador, de hecho lo deja a la elección del fabricante, siempre y cuando tenga bien informado al usuario. Apple ha optado por no incluirlo y bajar el precio al producto, es su opción y habrá voces que lo consideren mal y otras bien. Pero la compañía sí que cumple la normativa: ofrece al usuario la opción durante el proceso de compra, y de forma bastante clara, además de especificar las necesidades de carga del dispositivo, tal como exige la UE:


Ahora, que cobre o no por cargador, ya es otra cuestión.