El 3 de octubre de 2025 fue un día muy especial para los swifties, ya que Taylor Swift estrenó uno de sus discos más esperados: The Life of a Showgirl. Ha sido el primer nuevo disco tras el Eras Tour, la gira que ha confirmado a la cantante como todo un ídolo de masas. Por eso, no es raro que incluso quienes no solían escucharla se hayan lanzado a oír el nuevo disco en busca de eso que hace a Taylor tan magnética. Muchos lo han confirmado, pues con solo un par de escuchas ya tenían The Fate of Ophelia incrustado en su cabeza. Como otras muchas canciones de esta cantante, se trata de un gusano auditivo, un tema que se queda en el cerebro y sale a la superficie repetidamente y sin avisar, cuando nadie se lo espera.

Otros gusanos auditivos son, por ejemplo, el famoso Baby Shark, que estarás cantando mentalmente durante el resto del día tras leer este artículo. De nada.

Los gusanos auditivos pueden variar con los gustos de cada persona, pero es cierto que hay canciones que están compuestas prácticamente a conciencia para alojarse en nuestros cerebros. Ahora bien, ¿a qué se debe esto?

Básicamente, hay melodías, ritmos e incluso letras que apelan a partes concretas de nuestro cerebro, de modo que, con un simple estímulo, volverán a aparecer en nuestra mente una y otra vez, aunque las creyéramos olvidadas. Ocurre con muchos temas de Taylor Swift y de otros muchos compositores. Al fin y al cabo, saben lo que hacer para que el público se quede con sus melodías. Siempre que sea esa su intención, claro. Eso es lo bonito de la música, que cada canción se compone con un fin distinto. Algunas no buscan incrustarse en tu cerebro, pero eso no las hace menos fabulosas.

¿Qué son los gusanos auditivos?

Los gusanos auditivos son canciones que repetimos una y otra vez en nuestro cerebro, normalmente seguido de un estímulo. Por ejemplo, si es una canción que solemos escuchar cuando entramos a una tienda concreta, puede que en una visita a este establecimiento, aunque haya cambiado el hilo musical, aparezca de repente en nuestra mente y se quede ya ahí instalada durante el resto de la tarde.

Han llamado la atención tanto de científicos como de músicos durante muchos años. Los primeros querían saber qué partes del cerebro se activan con los gusanos auditivos. Los segundos, lógicamente, esperaban entender cómo se forman, para poder crearlos con sus composiciones.

gusano de oídogusano de oído
Imagen creada por IA.

Hoy en día se han dado respuestas a ambas cuestiones. Para empezar, los gusanos auditivos activan la corteza auditiva, de modo que, aunque no haya música, nuestro cerebro hace que la “escuchemos”. Además, según ha explicado en un artículo para The Conversation el profesor de musicología de la Universidad de Sidney Emery Shubert, se activa la red de modo predeterminado. Este es un conjunto de áreas cerebrales que se activan cuando la mente está en reposo, sin centrarse en ninguna tarea. Inhiben la atención consciente y permiten la divagación. Es útil, ya que nos ayuda a soñar despiertos y favorece la creatividad, aunque también favorece la llegada de pensamientos intrusivos. Estos pueden ser de muchos tipos, algunos muy desagradables, pero también se encuentran entre ellos los gusanos auditivos.

¿Qué canciones los provocan?

Las canciones que más habitualmente causan gusanos auditivos son las que tienen secuencias cortas y repetidas. No necesariamente deben ser letras repetidas, aunque el doo-doo doo-doo doo-doo de Baby Shark pueda indicar lo contrario. Pueden ser simplemente fragmentos melódicos que se repiten.

Sea como sea, se debe a que, por lo general, nuestro cerebro distribuye la información en pequeños fragmentos para memorizarla. Cuando memorizamos algo muy largo, como un discurso, hilamos el final de cada uno de esos fragmentos con el inicio del siguiente. En cambio, si no conocemos el inicio del siguiente, nuestro cerebro tiende a empezar de nuevo con el principio del que acaba de finalizar. Por eso, si sabemos solo un fragmento de una canción que se suele repetir, nuestro cerebro lo repetirá en bucle.

Los tempos rápidos también favorecen que se formen gusanos auditivos. Y, lógicamente, ocurre lo mismo con las melodías repetitivas y simples. Además, la familiaridad de la melodía influye mucho. Si la escuchamos a menudo será más fácil que se convierta en gusano auditivo.

¿Qué tiene que ver todo esto con Taylor Swift?

Hay muchas canciones de Taylor Swift con todos los ingredientes para convertirse en gusanos auditivos. Volviendo a The Fate of Ophelia, aunque no es rapidísima tiene un ritmo rápido y, sobre todo, bastante repetitivo. Las frases son cortas, con una especie de coro al final de muchas de ellas, que genera un patrón fácil de recordar. Además, según ha explicado a The Huffington Post la profesora de composición en Berkelee College of Music Scarlet Keys, la letra recurre también a recursos que facilitan la formación de gusanos auditivos. Es, por ejemplo, el caso del asíndeton, una figura retórica en la que se hacen enumeraciones sin recurrir a las conjunciones: “Keep it one hundred on the land (Land), thе sea (Sea), the sky”. 

Finalmente cabe recordar que las canciones de Taylor Swift están continuamente en la radio y, sobre todo, en redes sociales, por lo que son muy familiares para nosotros. The Fate of Ophelia era ya el tema de muchas stories de Instagram nada más publicarse. No hay nada como convertirse en música de stories para pasar a ser un gusano auditivo. Lo hemos visto también con temas como Golden, de KPop Demon Huntres, o Tropicoqueta, de Karol G. 

Todas ellas son gusanos auditivos y seguro que alguna se está repitiendo ya en tu mente. ¿Quieres deshacerte de ella? Existen incluso temas diseñados para eclipsar a los gusanos auditivos y sacarlos de tu mente. Aquí te dejamos uno.

Ahora solo queda que compruebes si te ha funcionado. 

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