Robot Salvaje llega por fin a los cines españoles tras un sensacional paso por la taquilla estadounidense. La nueva película de DreamWorks adapta la aclamada serie de libros del escritor Peter Brown. Para ello, la compañía ha contado con Chris Sanders, veterano director de obras como Lilo & Stitch, Cómo entrenar a tu dragón o Los Croods. Él mismo ha escrito también el guion y hay quienes ya hablan de que puede competir por el Oscar a Mejor Película de Animación.

La cinta de Robot Salvaje comienza como una historia de supervivencia. Durante una fuerte tormenta, una misteriosa robot aterriza en una remota isla plagada de fauna. Está programada para ayudar a los humanos en todo tipo de tareas, pero allí debe relacionarse con los animales locales. Tanto que incluso se convertirá en la madre adoptiva de un pequeño ganso al que ha dejado sin familia. Ese es el punto de arranque de una historia plagada de moralejas con mucho corazón.

Robot SalvajeRobot Salvaje

Robot Salvaje

DreamWorks firma una de las mejores películas de su historia con Robot Salvaje, una historia tierna y emotiva sobre adaptarse, sobre cuidar y sobre el sentido de comunidad. Un prodigio de la animación con el que niños y mayores disfrutarán gracias a su genial historia, sus potentes mensajes y su excepcional y colorido apartado visual. Uno de los títulos del año.


























Puntuación: 4.5 de 5.

Tres partes muy bien definidas

Robot Salvaje comienza como una clásica historia de supervivencia. La película nos presenta a una curiosa protagonista que aterriza en un mundo totalmente nuevo para ella. Con mucha gracia y ritmo, el cineasta muestra a la vez el universo en el que se desarrollará toda la aventura y las peculiaridades de Roz, que cuenta con unas habilidades extraordinarias.

Con el paso de los minutos, Robot Salvaje se convierte en un drama en el que Roz debe enfrentarse a los retos de ser madre. De nuevo, la cinta emplea fórmulas clásicas de este tipo de historias para lograr una conexión emocional muy sencilla y eficaz, esta vez, con los espectadores más adultos. Y, por último, cuando ya ha ablandado por completo el corazón, el filme se mete de lleno en el género de acción con un último acto frenético y explosivo.

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Sanders combina a la perfección este juego de equilibrios para mantener en todo momento la atención en la película sin caer en lo repetitivo ni en el tedio. El cineasta imprime un ritmo voraz a su historia a la vez que mantiene el pulso sentimental para que los ojos de niños y mayores se involucren en la trama.

Una película llena de corazón

Como toda buena película de animación, Robot Salvaje cuenta con un precioso mensaje que en esta ocasión se inclina por la naturaleza y el sentido de adaptación. A diferencia de la inmensa mayoría de producciones infantiles, en esta se muestra la realidad del mundo animal. Las criaturas que habitan el filme no son amigas y muchas se comen y se matan entre ellas. Por supuesto, lo hace con un tono cómico para despertar carcajadas y no terror, pero no por ello deja de resultar sorprendente y original. Además, no esconde en ningún momento la clara influencia del Studio Ghibli y del maestro Hayao Miyazaki por la relación de simbiosis entre protagonistas y entorno.

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