It: Bienvenidos a Derry, la nueva serie de HBO Max, es más que solo una precuela de la exitosa saga cinematográfica. Que lo es y lo deja claro desde su primer capítulo, al mostrar a una nueva generación de víctimas del malvado Pennywise. Esta vez, en la década de 1960. También, es una revisión en clave de exploración siniestra en el universo de Stephen King. Por lo que, además de homenajear al libro original, toma el riesgo de reinventar sus reglas. Así que, desde sus primeras escenas, el argumento enfoca su interés en una dirección. No se trata —o no, al menos, únicamente— de otro grupo de víctimas a merced de la siniestra criatura.
A la vez, el guion de Jason Fuchs, Brad Kane y Andy Muschietti, intenta responder dos preguntas en simultáneo. Por un lado, qué es y de dónde ha venido Pennywise (de nuevo interpretado por Bill Skarsgård). Esta vez una entidad sin nombre y que, además de las alcantarillas, tiene un dominio total de Derry. Por el otro lado, que es lo que une a cada uno de los que son capaces de verlos y que han sufrido bajo su asedio. De modo que It: Bienvenido a Derry evita la salida fácil de ser solo una historia más en un mundo terrorífico. En lugar de eso, se esfuerza por cimentar el mito. Hacerlo, además, con una profundidad que la versión cinematográfica no permitió y que, ahora, se muestra en toda su meticulosa riqueza.
De modo que ahora, tanto el pueblo como la entidad que la habitan se muestran como elementos de algo que apunta a nuevas fronteras. Ya no se trata solo de los elementos sobrenaturales relacionados con el espeluznante payaso. El guion — que ordena situaciones, escenarios y datos del libro y películas con habilidad — se extiende a través del pueblo, su historia y secretos. Asimismo, el propio relato del monstruo. Ahora, más rico y complicado que solo una entidad que se alimenta del temor de los niños y hasta los adultos.
Un pueblo lleno de secretos para ‘It: Bienvenidos a Derry’


Parte del mérito lo tiene la forma en que la serie presenta a su monstruo. Al contrario de lo que podría suponerse, el guion no asume que el público ya lo conoce. O, en el mejor de los casos, sabe cuáles son sus capacidades. Por lo que dedica tiempo e interés a mostrar sus efectos y lo que su mera presencia — durante los primeros capítulos, casi invisible — es capaz de provocar. Por primera vez, la insinuación de que Pennywise corrompe todo a su paso y, por tanto, es más que un monstruo escondido en la oscuridad, se pone de relieve. Además, como centro de la trama.
Así que al principio — sobre todo, en sus dos primeros capítulos — It: Bienvenidos a Derry, muestra el poder de la criatura como un elemento infeccioso. No solo provoca miedo. También, es capaz de hacer emerger lo peor de cada habitante de Derry, que consume su nociva presencia sin saberlo. Uno de los puntos más fuertes de la serie es el construir un ambiente malsano y peligroso, sin apenas mostrar indicios de que es lo que pasa en realidad. Mucho más, destacar que Pennywise y Derry están unidos por una relación parasitaria que se vuelve peor y más peligrosa con los años.


Además, es evidente que Andy Muschietti, maneja con soltura los tópicos y obsesiones de Stephen King, ahora integrados de manera total a la narración. Desde la posibilidad de un atacante que solo los niños — y algún que otro adulto puede ver — hasta interrelaciones con otros tantos relatos del escritor. Durante sus primeros capítulos, la producción crea con cuidado su escenario. Por lo que describe a Derry como un pueblo idílico corroído por un centro infeccioso. Peleas callejeras, desapariciones, crímenes sin explicación. La huella de Pennywise puede rastrearse con facilidad. Más allá de sus icónicos globos rojos y la huella de sus ataques en cada familia y habitante de la región.
Un monstruo más temible que nunca


Pero es cuando finalmente aparece en toda su conocida figura, que It: Bienvenidos a Derry, cobra mayor sustancia y vigor. Bill Skarsgård brinda a su personaje — al que notoriamente conoce bien — de otros matices. Este es un Pennywise que no ha conocido la derrota, que utiliza Derry como coto de caza y que está aprendiendo todo lo que puede hacer. Detalles a los que la serie volverá una y otra vez. En especial, al mostrar que la apariencia del tétrico payaso es un truco recién aprendido — en los términos de tiempo del monstruo — y al que comienza a sacar todo su provecho.
Un elemento interesante en la serie, es que es consciente de que es una historia derivada de una muy conocida y mayor. De modo que, en lugar de caer en el error de hacer más exageradas las actuaciones de Pennywise — o en cualquier caso, apostar al susto fácil — el argumento profundiza en su naturaleza. Al contrario de todas las anteriores apariciones de la criatura en televisión y en cine, esta vez el interés está en sus capacidades como criatura que, en realidad, dista mucho de ser solo sobrenatural o espectral.


It: Bienvenidos a Derry hace un buen trabajo en brindar una nueva dimensión a su criatura, más cercana al horror cósmico y al body horror, que solo apariciones sobrenaturales. En esta ocasión, el payaso terrorífico muestra su habilidad para influir en la realidad, destruir con una voluntad monstruosa y manipular a sus víctimas. Además, esta vez la caracterización hace énfasis en un tipo de criatura de escala inhumana, más alta y corpulenta que un hombre. Por lo que cuando actúa como un payaso, el efecto es terrorífico a todo nivel.
La pesadilla vuelve peor que nunca


Pero a pesar de los cambios, la serie no pierde de vista su objetivo y ese es — en buena medida — permitir indagar sobre qué es un monstruo en realidad. Para eso, se mueve en dos escenarios: los ataques de Pennywise — cada vez más frecuentes y brutales — y con lo que pasa con los habitantes de Derry. En particular, con eventos relacionados con tragedias que han enrarecido la atmósfera de la población y la han convertido en un lugar peligroso para los propios habitantes y sus vecinos.
Para eso, la serie se enfoca en lo ocurrido en Black Spot, un club nocturno para la comunidad negra destruido luego de un ataque racista. El incidente se relata en el libro — en especial, en los pasajes relacionados con el diario de Mike Honlan — y ahora, son la sustancia de esta vuelta al pasado en Derry. El pueblo, envenenado por su criatura, es, además, un lugar peligroso por su propia naturaleza violenta, sustentada en una larga lista de tragedias sin respuesta.


Para eso, la trama se enfoca en Leroy Hanlon (precisamente el antepasado de Mike Hanlon). Interpretado por Jovan Adepo, el personaje es el testigo de los efectos que el mal que parece esconderse debajo de un tranquilo pueblo norteamericano. Lo que no tardará en descubrir al mudarse a la región junto con su esposa Charlotte (Taylour Paige). Pronto, la joven pareja descubrirá que la aparente tensión racista en el lugar, en realidad, esconde el estallido de un fenómeno inexplicable. Un ciclo de horror que tarda 27 años en gestarse y cuyo estallido, culmina con la aparición de Pennywise.
Referencias para fans de Stephen King


Además del hecho obvio que adapta partes de un libro del escritor, It: Bienvenidos a Derry, está llena de referencias para los fanáticos constantes de Stephen King. Lo que incluye al joven Dick Hallorann (Chris Chalk), un niño con dones psíquicos que marcará la ruta para seguir la estela de horrores de la criatura. Como se recordará, la versión adulta tiene un papel destacado en el libro El resplandor, así como en la adaptación de Stanley Kubrick de 1980 y en Doctor Sueño de Mike Flanagan.
Otro elemento recurrente es la mención a otros pueblos típicos de los libros del autor— Salem’s Lot y Castle Rock — y también, a Maturin, la deidad cósmica enemiga de Pennywise. Todos detalles que la serie inserta en su historia con habilidad y sentido orgánico. Particularmente, al mostrar hasta qué punto el monstruo protagonista, solo es parte de una serie de criaturas temibles que habitan en el mismo universo.
En conjunto, It: Bienvenidos a Derry es brillante al lograr profundizar en sus mitos e historias, sin parecer solo un homenaje o depender demasiada de las cintas de las que proviene. Algo que le brinda su indudable personalidad, vigor y brillante capacidad para crear atmósfera. Y no olvides seguir siempre que puedas a los globos rojos que añade el argumento a sus símbolos. Te llevarán a pistas inesperadas del universo interconectado de Stephen King. Un deleite para fanáticos de hueso rojo.