Estados Unidos está considerando un plan que vetaría la exportación de tecnología avanzada a China. La administración de Donald Trump ha puesto sobre la mesa una nueva restricción que elevaría al siguiente nivel la guerra comercial con el gigante asiático. La propuesta llega a unos días de que China pusiera en marcha una política que restringe la exportación de tierras raras sin autorización previa.

De acuerdo con Reuters, la Casa Blanca ha pensado en prohibir las exportaciones de software crítico a China. El nuevo plan considera imponer restricciones a las exportaciones de productos que contengan software desarrollado en Estados Unidos o que se haya fabricado con él. El alcance de esta política golpearía de un modo brutal al país asiático, ya que según las fuentes, «todo lo imaginable está hecho con software estadounidense».

La medida se encuentra en discusión y existen probabilidades de que no se aplique, aunque podría ser utilizada para presionar al gobierno de Xi Jinping. El presidente de Estados Unidos ya había mencionado que impondría un 100% de aranceles a los productos de China y adelantó que aplicaría controles de exportación sobre el software crítico. Esta política es similar al bloqueo tecnológico que se aplicó a Rusia en 2022, luego de que Putin invadiera Ucrania.

Por el momento no hay detalles sobre la nueva estrategia de Estados Unidos en una guerra comercial que comenzó durante el primer mandato de Trump. Si bien ambos países firmaron un acuerdo en 2020, las negociaciones se estancaron durante la pandemia y escalaron luego de que se firmaran controles de exportación de semiconductores para frenar el desarrollo de la IA.

Presidente de China Xi JinpingPresidente de China Xi Jinping

Estados Unidos responde a la política de tierras raras de China

Hace unos días, el Ministerio de Comercio de China anunció medidas adicionales para limitar la exportación de tierras raras. El gobierno de ese país estableció que las empresas que desean exportar materiales o tecnologías deberán solicitar licencias específicas y cumplir con requisitos de seguridad nacional. Los controles afectan principalmente a Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y Corea del Sur, que dependen de las tierras raras chinas para fabricar semiconductores, coches eléctricos, baterías y otros dispositivos avanzados.

Tras el anuncio, Donald Trump calificó la medida como una «orden siniestra» y acusó a China de usar las tierras raras como arma geoeconómica. El mandatario estadounidense amagó con más represalias y afirmó que lo discutiría en su próxima reunión con Xi Jinping, programada para finales de octubre.

Si bien las fuentes no están confiadas en que Estados Unidos aplique una medida de exportación de tal calibre, su anuncio ya impactó los mercados financieros. El alcance de una política que limite los productos con software estadounidense afectaría principalmente a la electrónica de consumo y a productos avanzados, como equipos de telecomunicaciones o maquinaria industrial. China tampoco tendría acceso a motores a reacción o componentes aeroespaciales que se fabrican con la ayuda de software de diseño y simulación.

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