Muchas personas podrían enfermar en los próximos días por el contacto con agua contaminada tras las inundaciones de la DANA de Valencia. La lista de enfermedades que se pueden contraer mediante los trabajos en el lodo es muy extensa. Por eso, se ha avisado a los voluntarios que acudan a hacer labores de limpieza que se protejan con elementos como mascarillas, guantes, gafas o botas de agua. Lo mismo se ha recomendado a quienes se han visto afectados por las inundaciones. ¿Pero son esas las únicas medidas que se deben tomar?

La realidad es que no. Para empezar, se deben tener en cuenta una serie de medidas para evitar enfermedades gastrointestinales. No solo hay agua contaminada en el lodo. Muchos de estos pueblos se han quedado sin suministro de agua potable, por lo que, si no les llega suficiente agua embotellada, podrían recurrir a esa agua contaminada para beber. Esta debe ser la última medida y, si no hay más remedio, debería hervirse antes. De cualquier modo, la opción ideal es el agua embotellada que tantos voluntarios están haciendo llegar a los damnificados por la DANA. 

Por otro lado, también se deben tomar medidas con los alimentos. De hecho, las propias personas que donen comida a los afectados deberían tener en cuenta algunos consejos para evitar enfermedades. En definitiva, las medidas son mucho más amplias que el uso de guantes y mascarilla.

Cuidado con la comida y el agua contaminada

Como ya hemos visto, se debe beber agua embotellada siempre que sea posible. Si no, habría que hervirla. En cuanto a los alimentos, es importante que no hayan estado en contacto con el lodo o el agua contaminada. Solo con que haya salpicado un poco, ya no deberían consumirse.

Por eso, lo ideal es recurrir a alimentos envasados que se consuman de una sola vez, como las conservas en lata. Así, puesto que muchas personas no tienen acceso a cocinas o frigoríficos, pueden abrir la lata, consumir su contenido y desecharla, sin riesgo de que en el almacenaje se haya contaminado.

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El agua para consumo debe ser embotellada hasta que se restablezcan los suministros. Crédito: Engin Akyurt (Unsplash)

Con respecto a las frutas, lo ideal es consumir aquellas que deben pelarse y, por lo tanto, no requieren ser lavadas. Por ejemplo, es el caso de plátanos o naranjas. Así, se evita usar agua contaminada para lavar la fruta o gastar la poca agua embotellada que se tenga para beber.

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