En El cuervo (2024) de Rupert Sanders, Eric (Bill Skarsgård), regresa de la muerte para vengar la muerte de la mujer de su vida. Lo hace, además, con todo tipo de poderes de ultratumba, que lo convierten en una criatura sobrehumana y peligrosa. De la misma manera que el cómic de James O’Barr en que se basa, la historia lleva a su protagonista a romper los límites del hombre que fue. Pero mucho más, convertirse en un monstruo que, a pesar de hacer el bien, no es totalmente bueno. Por supuesto, la combinación no es inusual en el cine. Los antihéroes, no solo son parte de una rica tradición del cine de todas las épocas sobre personajes de moral gris.

A la vez, un recurso habitual para agregar interés al crecimiento y madurez de distintas figuras. Pero además de todo lo anterior, los grandes protagonistas retorcidos, que terminan por salvar el día a pesar de sus métodos, suelen ser los favoritos del público. Eso, gracias a su complejidad, profundidad y al final de cuentas, valor.

Para demostrarlo, te dejamos cinco películas que ver, si te gustó la nueva versión de El Cuervo. Desde un héroe siniestro con capacidades mágicas, hasta un dios nórdico que encontró su lugar en una de las sagas más populares en el mundo del cine. La selección incluye a varios de los personajes más interesantes del mundo del cine contemporáneo. A la vez, una demostración que un héroe no siempre es el que lleva la armadura más brillante. Una antigua máxima del cine que estas figuras cumplen a la perfección.

Constantine

Películas de antihéroesPelículas de antihéroes

En 2005, el director Francis Lawrence tomó a uno de los personajes más singulares de DC Comics bajo el sello Vertigo y lo convirtió en una criatura cinematográfica singular. Constantine, adaptaba la historia del hombre con capacidades extraordinarias mágicas, capaz de comunicarse con seres del más allá y también, luchar contra ellas.

Pero en lugar de mostrarle como un héroe, tomó lo más oscuro de su contexto para crear una historia más cercana al noir que a la fantasía oscura. John Constantine (Keanu Reeves), era un sobreviviente al suicidio, fumador empedernido y sin mucha paciencia para nadie. También, podía hablar con ángeles y demonios. Además de enfrentarse a ellos a cualquiera necesario. 

De modo que la cinta, exploraba en esas capacidades como herramientas de una investigación a gran escala, que llevaba a su personaje a descubrir una conspiración sobrenatural. Una capaz de arrasar con la vida en la Tierra y aún peor, condenar a las almas de todos los hombres y mujeres del planeta. Algo que John está dispuesto a detener a cualquier precio y con cualquier método, aunque eso implique la violencia y la muerte. 

Ver fuente