Cómo evitar un embargo o dación en pago
Perder la vivienda puede parecer que no es cosa de un día para otro. Y aunque sea cierto, puede pasar mucho más rápido de lo que pensamos. Perder el trabajo, un accidente, un diagnóstico desfavorable… Toparnos con alguno de estos baches puede hacer tambalear cualquier economía doméstica.
Desgraciadamente, evitar muchos de estos problemas no está en nuestra mano. Pero lo que sí lo está es tratar de tener unas finanzas sanas y sólidas. Para ello, conviene tener cubiertos siempre tres puntos clave:
Planificación financiera:
Tener un plan (y ceñirse a él) es la mejor manera de llegar al éxito. Analizar los ingresos y gastos periódicamente, fijar objetivos a corto y largo plazo, asignar presupuestos… Hoy en día ya no hay excusa ni para los más perezosos, que pueden utilizar todo tipo de apps y herramientas para ayudar a organizar las finanzas personales.
Control la deuda:
Los créditos y préstamos son herramientas útiles para financiar nuestras necesidades, pero debemos llevar un control sobre ellos ya que de lo contrario pueden ser una soga al cuello. Lo más recomendable es destinar un porcentaje según nuestros ingresos. Así, por ejemplo, el pago de la vivienda no debería suponer nunca más del 40 % de nuestros ingresos totales. Y recuerda que no es financieramente saludable que el 50 % o más de tus ingresos estén destinados a pagos de deuda. Si quieres profundizar en este tema, te recomendamos que eches un ojo a cómo conocer tu capacidad de endeudamiento.
Pon en práctica el ahorro:
Disponer de un colchón financiero, por pequeño que sea, es toda una fuente de tranquilidad. Pero el problema es que hay que construirlo poco a poco. Aquí en ViveMásVidas hemos hablado de cientos de trucos para incorporar el ahorro a tu vida de una forma fácil. Solo tienes que echar un vistazo y encontrar la forma de ahorrar que mejor se adapte a ti.