Un poquito de historia: de dónde vienen las marcas blancas
Puede parecer que las marcas blancas son idea de los grandes centros comerciales, pero la realidad es totalmente opuesta. Nacieron en Alemania tras la Segunda Guerra Mundial. En ese duro periodo, muchos alemanes cambiaron sus hábitos de compra, pasando de comprar productos con marca a decantarse por los más baratos que encontraban, muchos de ellos de marcas desconocidas.
Conscientes de esta realidad, los grandes fabricantes tradicionales decidieron crear segundas marcas sin logotipo y un precio mucho más económico con el objetivo de detener las pérdidas. Así nacieron las primeras marcas blancas, una idea que rápidamente se expandió, llegando a países como Estados Unidos o Francia en pocas décadas.
A España llegaron tras la Transición de la mano de los ya extintos almacenes Simago. Estos decidieron elegir el color blanco para crear sus productos propios, diferenciando a cada uno de ellos con una etiqueta que indicaba su contenido. La idea se fue haciendo popular y estos productos blancos fueron calando en el imaginario popular, quien empezó a llamarlos “marcas blancas”.