Pareja con su colchón financiero

4. Recorta gastos poco a poco 

¿Por qué no ponemos este paso tan importante y evidente al principio de todo? Fácil. Empezar restringiéndonos nunca es la mejor solución ya que no tardará en generarnos estrés o incomodidad. Si, por el contrario, empezamos haciendo los cálculos y destinando una pequeña parte al ahorro, tal y como hemos visto, será más fácil conseguir resultados poco a poco e irnos motivando. Vamos, que con la maquinaria ya en marcha, es mucho más fácil ponerse a ver de qué gastos podemos prescindir.

A la hora de recortar gastos, no busques únicamente hacer grandes recortes. A veces es mejor ir haciendo pequeños ajustes que nos ahorren unos euros por aquí y otros por allá. Y es que a la hora de crear nuestro colchón financiero todo suma.

¿Por dónde empezar a revisar y recortar gastos? Las facturas de suministros suelen ser un buen lugar, ya que es posible que tengas uno o varios servicios contratados que no utilizas o quizá puedes acogerte a una tarifa mejor de otra comercializadora. Y sí, aquí el ahorro puede ser pequeño, pero piensa que es mes a mes, así que reducir la factura de gas, luz, agua o internet es algo que seguro que agradeces a largo plazo. Lo mismo pasa con las plataformas de VOD como Netflix, HBO o Movistar+, que solemos pagar todo el año pero vemos solo cuando hay una serie o peli que nos interesa. Opciones de ocio, la lista de la compra, cenas fuera, desplazamientos… Existen un montón de ámbitos en los que podemos ahorrar un poco, la clave está en recortar aquellos que no afecten a nuestro bienestar.

Por último, recuerda que no basta con recortar y ya está. Es importante que la cantidad que ahorres la traspases periódicamente a tu colchón financiero, ya que de lo contrario todo este esfuerzo quedará diluido entre tus ingresos. Si, como hemos comentado, has interiorizado (o automatizado) el hábito de ahorro simplemente tendrás que sumar este extra a la cantidad que ahorras cada mes y listos.

Ver fuente