Uno de cada cinco coches vendidos en España este verano es enchufable. El mercado eléctrico, que durante años avanzaba a un ritmo lento, ha vivido en julio y agosto un salto histórico: las matriculaciones de vehículos electrificados crecieron un 163 % en agosto, hasta las 16.085 unidades, y alcanzaron una cuota del 21,75 % del mercado total, según datos de ANFAC.
Según ANFAC, las cifras se traducen en un acumulado del año que suma ya más de 150.000 vehículos vendidos, lo que supone el 16,4 % del mercado total y casi duplicar las cifras de 2024.
Las razones de un salto histórico
El Plan Moves III ha sido el catalizador más evidente. No solo por las ayudas a la compra, sino por la sensación de fin de ciclo: en varias comunidades los fondos están a punto de agotarse, lo que ha llevado a muchos compradores a adelantar decisiones para no quedarse sin la subvención.
Al mismo tiempo, los fabricantes han multiplicado las promociones, con concesionarios ofreciendo rebajas agresivas.
La irrupción de marcas chinas, como BYD, ha acentuado esta presión: su modelo Dolphin Surf ya aparece entre los más vendidos en España, mientras que Tesla ha perdido terreno en Europa.
La consecuencia es que, por primera vez, los eléctricos empiezan a ser percibidos como una opción más asequible, y no solo como un lujo tecnológico.
También pesa cada vez más la presión medioambiental y regulatoria. Las zonas de bajas emisiones en grandes ciudades y los objetivos europeos de reducción de CO₂ empujan hacia la electrificación en un panorama incierto todavía.
En cualquier caso, cada vez más familias anticipan que el diésel y la gasolina tendrán más restricciones y optan por adelantarse. El cambio de perfil es claro: en 2024, dos de cada tres eléctricos fueron adquiridos por particulares, según AEDIVE y GANVAM, y esa tendencia se mantiene.
Como apuntaban desde Business Insider, el repunte se ha cimentado en familias y particulares que necesitaban cambiar de coche y lo han hecho aprovechando las promociones de las marcas y los concesionarios.
Un boom con riesgo de frenazo
El sector celebra los datos, pero con cautela. El director general de ANFAC, José López-Tafall, advierte: “Son muy buenas cifras que han de llevar al optimismo, pero no al conformismo”. La razón principal: detrás del boom está un mercado que todavía depende en exceso de las ayudas.
En agosto, los eléctricos puros alcanzaron una cuota del 10,5 % y los híbridos enchufables del 11,2 %, lo que sitúa el mercado español más cerca de la media europea, aunque aún por debajo.
La duda presente en la mayoría de las discusiones, sin embargo, es ¿qué ocurrirá cuando el Plan MOVES III se agote definitivamente? ¿Hay opciones para mantener el consumo? Según López-Tafall, “este esfuerzo ha de verse complementado con un plan de ayudas suficiente y eficaz”.
En resumen, España ha pasado de rezagada en la compra de híbridos y eléctricos a protagonizar un verano de película, batiendo todos los récords en electrificación, impulsada por subvenciones, descuentos y presión regulatoria.
El reto que enfrenta ahora el sector es que este no sea un pico coyuntural, sino el inicio de una tendencia sostenida que permita recortar de forma estable la distancia con la electrificación de los vehículos en Europa.