Sacándole partido al ladrillo: inversión inmobiliaria
La cultura española tiene un arraigo especial por la vivienda y los bienes inmuebles. Es muy posible que ya seas propietario de tu casa, y quizás te plantees un inmueble para invertir si estás jubilado.
Una de las formas más directas de obtener ingresos de un inmueble es alquilarlo. Si cuentas con una segunda vivienda, como ese apartamento de la playa que ahora visitas menos o la casa de tus padres que heredaste y está desocupada, puedes aprovecharlas para sacarles una renta mensual y alquilarlas a estudiantes, por ejemplo
Las principales ventajas son dos: por una parte, está el alquiler como ingreso pasivo. Por otra parte, está la apreciación del valor de la propiedad. Es decir, cada año que pasa, tu casa se revaloriza.
Este tipo de inversión es ideal si ya tienes una casa a la que sacar rendimiento o te has asesorado muy bien de qué casa adquirir. Ten en cuenta que, al hacerlo, una parte de tu patrimonio estará bloqueada.
Puede sonar muy bonito, pero no todo son rosas en el mundo del alquiler. Debes considerar los posibles gastos y gestiones: mantener la vivienda en buen estado, atender reparaciones, pagar impuestos… A lo que también le tendrás que sumar el riesgo de morosidad o impago.
Para minimizar estos inconvenientes, mucha gente contrata a una agencia inmobiliaria o administrador de fincas que gestione el alquiler. Así te despreocupas del día a día, aunque lógicamente reduce un poco el ingreso neto. Si te interesa explorar esta opción desde otros ámbitos, quizá puede que te interese lo que tenemos publicado sobre la inversión inmobiliaria con poco dinero.