ATENCIÓN: El artículo contiene SPOILERS del final explicado y la escena post-créditos de TRON: Ares.
La saga TRON ha vuelto por fin a los cines con TRON: Ares, la tercera entrega que llega quince años después de la anterior secuela, TRON: Legacy. En esta ocasión, Disney intenta reiniciar y reinventar la franquicia de ciencia ficción de culto con una historia que da la vuelta al concepto. En lugar de adentrarse en la Red digital, el filme lleva a sus protagonistas al mundo real. Carreras de motos, persecuciones contrarreloj y batallas épicas buscan impulsar una IP que reinventó los efectos especiales y que cumple ya casi 45 años.
La historia de TRON: Ares sigue a Ares, un programa altamente sofisticado creado por Julian Dillinger. El nieto de Ed Dillinger es el CEO de Dillinger Systems, la gran compañía rival de ENCOM, albergando su propia Red digital separada de la que creó Kevin Flynn en su día. El propósito de Dillinger es convertirse en la gran empresa del futuro y, para ello, envía a Ares desde su mundo digital al mundo real en una peligrosa misión. Esto supone el primer encuentro de la humanidad con seres materiales de inteligencia artificial.
Por otro lado, en ENCOM la sucesora de los Flynn, Eve Kim, lleva a cabo su propia investigación para volver a reinventar la relación entre el mundo real y la Red. Ambas compañías competirán por llegar primero a un mismo fin. Y Ares, cada vez más complejo e inteligente, se convertirá en la pieza de ajedrez definitiva que decidirá la balanza de un lado u otro.


El final de TRON: Ares, explicado
En el acto final de TRON: Ares, Athena y Ares se enfrentan en una batalla definitiva que, en realidad, concluirá con una de las dos empresas protagonistas -ENCOM o Dillinger Systems- como la gran triunfadora que liderará la revolución y el futuro de la humanidad. Tras numerosos golpes, disparos y explosiones, Ares consigue triunfar. Además, cuando Athena se desintegra, esta vez no regresa a la Red de Dillinger porque Ajay ha conseguido hackearla y apagarla.
Así, en el final de TRON: Ares, ENCOM vuelve a ser la única empresa que de verdad desarrollará el mundo digital y la Inteligencia Artificial a partir de ahora. Por su parte, Ares se ha vuelto «mortal» al implementarse el código de permanencia que Flynn le dio en la Red original de los años 80. Por ello, tal y como le explica a Eve en el final de TRON: Ares, ahora ya no tiene una misión por cumplir, sino que quiere encontrar su propio lugar en el mundo. Tras esto desaparece.


Pero en una última escena, Ares vuelve a aparecer. Por lo que parece, ha encontrado un objetivo. Y es que consigo lleva dos fotografías de Quorra, el personaje de Olivia Wilde en la anterior película, TRON: Legacy. Una imagen es del periódico, en la que la mujer sale junto a Sam Flynn. Pero la otra parece una fotografía mucho más reciente, lo que lleva a pensar que Ares está a punto de encontrarla. Y es lógico que quiera hacerlo, pues es la única que puede entenderle al 100%.
Como Ares, Quorra no es un ser humano sino otro programa nacido en la Red. En su caso, no fue creación de nadie sino que se originó sola como ISO, siendo la última de su especie tras lo sucedido en TRON: Legacy. Al conseguir salir al mundo real y sobreponerse al límite de permanencia, ella es el otro ser digital que habita entre humanos. Por tanto, con esta escena del final de TRON: Ares entendemos que ella es también la única que puede darle a Ares verdaderas respuestas sobre quién es y explicarle cómo debe vivir.


La escena post-créditos de TRON: Ares, explicada
Tras ese final de TRON: Ares que requerirá explicación en el futuro, llega una breve escena post-créditos. En esta ocasión, el protagonista no es Ares sino Julian Dillinger. El villano de la película se digitalizó cuando comprendió que había perdido la guerra y que sus actos le llevarían a la cárcel por el enorme coste de vidas provocado por Athena, así como toda la destrucción.
En la escena post-créditos de TRON: Ares, Dillinger se aparece en su Red, solo que tal y como hemos explicado antes, está vacía. Al apagarla los empleados de ENCOM, todo lo que sucedía en ella ha desaparecido. Pero, cuando todo parece perdido para él, de pronto del suelo surge un nuevo disco. Cuando lo agarra, un gran dolor le hace retorcerse mientras su cuerpo se cubre con un uniforme que resultará familiar a los fans de TRON.
Se trata nada menos que de la armadura de Sark de la película original. Sark era la réplica digital de Ed Dillinger en la Red, sirviendo de comandante del ejército del malvado CCP. Es decir, en cierta forma Julian hereda el rol de antagonista de su abuelo como uno de los villanos más emblemáticos de la franquicia.


¿Tendrá secuela TRON: Ares?
Evidentemente, tanto el final de TRON: Ares como su escena post-créditos sirven para preparar una secuela que, eso sí, Disney todavía tiene que explicar si llegará o no. Por un lado, Ares y Quorra podrían unir fuerzas para llevar aún más allá las posibilidades de los entes digitales en el mundo real. Por otro lado, Julian Dillinger regresará de una u otra forma y mucho más letal y poderoso que nunca.


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Con la secuela de TRON: Ares aún sin confirmar, todo pasa porque la película funcione bien en taquilla. Por ahora, las críticas profesionales no han sido especialmente amables con el filme, que ha generado mucha división. Disney ha dejado la puerta abierta a la continuación, como ya hicieran en 2010. Pero si la cinta no funciona como esperan, es probable que nuevamente la saga quede congelada durante mucho tiempo.