¿Cómo afecta la sexalescencia en la jubilación?

El fondo de emergencia: una red de seguridad esencial

Si en cualquier etapa de la vida es importante tener un fondo de emergencia, en la jubilación activa podríamos decir que es imprescindible. ¿Por qué? Porque cuando ya no tienes un sueldo laboral, un gasto imprevisto grande no puede ser cubierto trabajando horas extra o pidiendo un aumento de sueldo: sale directamente de tus ahorros, lo que puede suponer un serio bache en la planificación.

Un consejo clásico de educación financiera es tener ahorrado en líquido entre tres y seis meses de gastos, una cifra que debería aumentarse en tiempos de jubilación precisamente por la dificultad de tener ingresos extra. Si aún no dispones de un ahorro suficiente, el inicio de la sexalescencia es un buen momento para priorizarlo.

Piénsalo así: un buen colchón financiero te da tranquilidad para lanzarte a tus nuevas aventuras. Sabes que pase lo que pase, tienes un respaldo. Y si llega un imprevisto, podrás afrontarlo sin descarrilar tus planes. ¡Ah! Y por si hay alguna duda, aunque le llamemos colchón no es porque se deba guardar ahí. De hecho, la mejor opción es tenerlo en alguna cuenta a la que podamos acceder y operar fácilmente.

Tip financiero: Las cuentas remuneradas son una excelente herramienta para guardar tu fondo de emergencia y que este no vaya perdiendo tanto valor debido a la inflación.

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