Las inundaciones no son peligrosas solamente por los posibles ahogamientos. También siguen siendo un peligro para quienes las sufren durante los días posteriores. Básicamente, hasta que se logra sanear la zona. Y es que, cuando parece que ha llegado la calma meteorológica, empieza el turno de las enfermedades. Estos días se ha avisado a los afectados y voluntarios que limpian las zonas inundadas por la DANA de Valencia para que utilicen medidas de protección frente a enfermedades causadas por aguas contaminadas.

Estas pueden ser muchísimas. Debemos tener en cuenta que se trata de aguas estancadas, en las que se han ido acumulando cadáveres en descomposición, tanto de animales como de humanos. Además, se han mezclado con aguas fecales y posiblemente estén contaminadas con productos químicos. El abanico de enfermedades causadas por estas aguas contaminadas es inmenso. Pero sí que hay algunas que, como norma general, suelen ser las más comunes en este tipo de circunstancias.

Es importante conocerlas por dos motivos. Por un lado, para entender cómo se transmiten y, como consecuencia, buscar formas de prevenirlas. Y, por otro, para detectar los síntomas cuanto antes. No es fácil que haya una epidemia, como ya se ha hablado, pues la mayoría de estas enfermedades no se transmiten de persona a persona. Pero sí que pueden enfermar individualmente muchísimas personas.

Enfermedades causadas por aguas contaminadas

Las enfermedades causadas por aguas contaminadas son muy variadas. La mayoría afectan al sistema digestivo, pero también las hay que causan problemas respiratorios o incluso del sistema nervioso. Muchas se contraen por el consumo de esas aguas contaminadas o los alimentos que hayan estado en contacto con ellas, pero otras tantas pueden penetrar a través del sistema respiratorio, la piel o las heridas. Veamos cuáles son las más habituales.

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Muchas enfermedades se pueden contraer durante las tareas de limpieza. Crédito: Jaigascom (Wikimedia Commons)

Legionelosis o fiebre de Pontiac

Las bacterias del género Legionella proliferan muy bien en aguas sin clorar. Pueden contraerse sin necesidad de entrar en el agua. Basta con respirar salpicaduras o vapores contaminados. De hecho, son muy habituales en jacuzzis y sistemas de aire acondicionado.

También se han dado casos en inundaciones de todo el mundo. En algunas ocasiones se produce una enfermedad más leve, conocida como fiebre de Pontiac. Su tiempo de incubación es de entre unas horas y dos días y cursa como una gripe que se suele curar por sí sola en un máximo de 5 días.

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